mayo 2006 | ||||||
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El yuan
El yuan se ha revalorizado hasta niveles que no se alcanzaban en los últimos diez años. Centenares de millones de chinos han salido a las calles a celebrarlo, con el consiguiente peligro para el suelo del país*. Hasta que ha llegado la policía y ha matado a unos cuantos. Por comunistas. Luego la policía se ha dado cuenta de que China en sí y también sus fuerzas del orden son comunistas o al menos quieren lucir ese adjetivo. Tras unos momentos sin duda embarazosos, los policías han decidido negar haber cometido los asesinatos. Incluso han asegurado que, en todo caso y habiendo tanto chino, no se notarían unas pocas muertes. Los cadáveres, atemorizados por el régimen dictatorial del gigante asiático (China, por si alguien no ha entendido mi poco usada metáfora) han optado por guardar silencio, dando así la razón a sus opresores. Es lo que tienen las dictaduras sanguinarias: pocos se atreven a alzar su voz contra los tiranos. Aun muertos. Pero, cobarde, ¿qué van a hacer si les llevas la contraria? ¿Asesinarte?
*Recordemos que, según Jakob Adenauer, el exceso de peso de tanta gente sería una de las pruebas de la inexistencia de China.