diciembre 2004 | ||||||
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Política de haltos buelos
Al ver cómo Cataluña se quedaba sin selección de hockey, nuestro concursante de Gran Hermano favorito, Josep-Lluís Carod-Rovira, nos invitó los catalanes a hacer todo lo posible para que Madrid no sea olímpica. Imagino que basta con desearlo muy fuerte. No ha tardado en salir vete a saber de dónde la respuesta: boicot al cava catalán durante las navidades. Para contrarrestar ambas campañas y en un loable ejercicio de equidistancia, Daniel Sirera, portavoz parlamentario del Partido Popular en Cataluña, invitó a los diputados a brindar con cava por la elección de la capital española como sede de los Juegos Olímpicos de 2012. Dos respuestas desde ERC a Sirera: en el Parlamento no se bebe -tolerancia cero- y el cava se sirve frío -tolerancia algo por encima de los cero grados. Por tanto, hemos pasado del hockey catalán a las Olimpiadas madrileñas y, de ahí, al cava. No hay motivo para que el enredo quede sólo en estos pocos pasos. Propongo un boicot al cocido madrileño. A partir de ahora, habrá que escoger otro plato de los que ofrezca el menú de mediodía de ese restaurantucho de al lado de la oficina. Propongo asimismo la respuesta a este boicot: eliminar de la bandera española los colores rojo y gualda, como forma de desprecio a los colores de la bandera catalana. A partir de entonces, la bandera española tendrá dos bandas verdes y una rosa. Este insulto bien merecerá una rápida respuesta. Que no crean que los catalanes estamos llenos de mejillas que ir ofreciendo. Se prohibirá vestir de blanco, especialmente a los portugueses que vivan en Barcelona, a quienes se les arrojará todas las cabezas de cochinillo que haga falta. Por supuesto, esto clamará venganza: el diario ABC nombrará de nuevo español del año a Jordi Pujol. Cataluña exigirá entonces la independencia. Madrid también. Pero, claro, si Madrid es independiente, Cataluña no ha de serlo, así que renunciará. Madrid se querrá anexionar Salamanca. Cataluña recordará que Salamanca no puede independizarse de España hasta que devuelva los papeles. Al final y con un poco de suerte, Madrid tendrá selecciones propias de petanca y los Juegos Olímpicos se celebrarán en Reus. De esta forma, quedará resuelto uno de los problemas fundamentales del siglo 21: la escasa presencia del rosa en las banderas. De nuevo gracias a la astucia y clarividencia de los políticos españoles y catalanes. Lo siguiente será dilucidar qué pins puede o no llevar un presidente de gobierno.