La guerra se halla en un complicado impasse, a causa de las vacaciones de la
ciudad caótica, vacaciones que las
industrias han sabido aprovechar muy bien para... bueno, para descansar.
¿Podría suponer esto el fin de la guerra? El caso es que la temida Sharleena, la Carnicera Industrial, en cuya piel de zap(p)a hay cosidas decenas de enlaces a blogs sometidos, ha estado
reflexionando y ahora amenaza con hacerse pisifista y trabajar por el pis an lof muac muac marramuac entre los combatientes. O eso o se pone a hacer galletitas. Aunque, ¿serán de chocolate?