jueves, 9. febrero 2006
Jaime, 9 de febrero de 2006, 9:01:16 CET

Osalsa Bin Rosa


Osama Bin Laden acudió el sábado pasado a Salsa Rosa. Aunque se ha intentado preservar la confidencialidad respecto a las cifras que podría haber cobrado el líder terrorista, se especula con que el programa le habría pagado entre cuarenta y sesenta mil euros. El asesino de masas se mostró "halagado" por el hecho de que se mostrara interés por el aspecto más personal de su vida: "Lo cierto es que la gente sólo se preocupa por mi trabajo --explicó-- y yo también tenía ganas de abrirme y de que se me conociera un poco mejor". Sin embargo y ante la profusión de mujeres con falda corta --ni siquiera mini-- entre el público y las periodistas, hubo momentos tensos, con amenazas a cuchillo incluidas. Por suerte, todo acabó entre carcajadas y con un pequeño vendaje en la mano de Santi Acosta, el presentador del programa. Aprovechando las circunstancias, se le preguntó por su relación con las mujeres. Osama aseguró que era "buena o muy buena", pero no convenció a los hábiles entrevistadores, que le pusieron en situaciones incómodas al preguntarle cómo se tomaría que una de sus hijas se hiciera modelo y se casara, por ejemplo, con un estadounidense anabaptista que tuviera un par de DVD porno en casa. En este caso, Bin Laden se escurrió por la tangente con relativa habilidad, asegurando que no mataría a nadie ni nada, pero no lo tuvo tan fácil cuando le enseñaron unas imágenes obtenidas con cámara oculta en las que el propio Osama salía borracho de un conocido local de Chueca, cogido de la mano de un famoso torero. Primero negó que hubiera salido aquella noche, pero ante la evidencia de la grabación, el terrorista acabó reconociendo que "igual sí fui a tomarme un té... Sí, un té, si me tambaleo en las imágenes es por el sueño. Con el jet lag, ya se sabe..." Por supuesto, negó los arrumacos con el torero: "Lo que ocurre es que nosotros los orientales somos más efusivos, cálidos y cercanos que los occidentales. Para nosotros esos abrazos y esos besos con lengua e hilillo de saliva incluido no tienen la misma significación que para vosotros". Los periodistas también aprovecharon para recriminarle los asesinatos cometidos y guerras causadas. "Eso tampoco lo entendéis --explicó-- porque sois unos infieles y por tanto también merecéis la muerte. Pero yo no mato por gusto. Mato porque os odio a todos y encima me dejé mi medicación en KABUL, porque os dedicasteis a bombardear A LOS HIJOS DE ALÁ, ¡ALÁ ES GRANDE! ¡MUERTE A LOS INFIELES! ¡EL VÍDEO MATÓ A LA ESTRELLA DE LA RADIO! ¡AL QUE ME DIBUJE LE CORTO UN HUE... !" Entonces le redujeron las fuerzas de seguridad y Santi Acosta dio paso a un enfrentamiento entre dos concursantes del Un, Dos, Tres, divorciados, residentes en Cuenca y peleados por el reparto del apartamento en el Mar Menor que ganaron cuando el programa lo presentaba Mayra Gómez Kemp, de quien por cierto se insinuó que mantenía una digamos estrecha relación con un señor que resulta que es muy amigo de un familiar de otro que se parece mucho a David Bisbal y que incluso en las cenas de amigos lo imita para regocijo y distracción de todos los presentes.


 
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