noviembre 2003 | ||||||
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octubre | diciembre |
Contra Aznar
Juan José Millás expone muy claramente en su artículo de hoy una de las causas del ascenso de Esquerra Republicana de Catalunya en las últimas elecciones: "Si yo dispusiera de un nacionalismo alternativo que me protegiera del nacionalismo casposo, inculto, sudado y pendenciero del PP, me refugiaría bajo su techo hasta que pasara esta tormenta histórica. Y eso que no soy nacionalista". Y es que bastantes de los que han votado a Esquerra no lo han hecho a favor de Carod, sino en contra de Aznar y de los suyos. Se trata del voto de quien preferiría que no gobernara el Partido Popular, pero que, viendo cómo está el Psoe, se conforma con que a los criados del presidente se les abra la úlcera de la unidad de España al ver cómo se les descarría también Cataluña. En realidad, pues, no se trata de que muchos catalanes no queramos ser también españoles: lo que ocurre es que no nos dejan. Y no nos dejan porque el PP se ha empeñado en que los únicos que tienen legitimidad para actuar legítimamente son ellos. Sobre todo cuando se habla de eso que se conoce como "modelo de Estado". La táctica de Aznar para hipertrofiar, hipervitaminizar e hipermineralizar esa legitimidad que le niega a los que no piensan como él es la de demonizar al contrario. Ya lo están haciendo con ERC, un partido tan radical que parece dispuesto a pactar con los mismos con los que han pactado los populares durante ocho años, primero en España y luego en Cataluña. Así las cosas, insisto, a uno le vienen ganas de hacerse independentista, aunque sólo sea por vergüenza ajena.