septiembre 2003 | ||||||
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Pues no
Ya que hablamos de negativas, me gustaría añadir que tener el no siempre a punto es por falta de carácter y no al revés. Lo digo por aquello que se suele decir de que hay que aprender a decir que no, de que hay gente que siempre está haciendo favores, obedeciendo a sus jefes, que no sabe cuándo cortar por lo sano y que eso, claro, es por falta de autoridad, de personalidad, de carácter, en definitiva. Pero creo que es justamente al revés. Que decir que no es lo fácil: es la respuesta que se tiene siempre más a punto. Vaya, yo mismo, en cuanto alguien se me acerca con intención de pedirme algo, me pongo inmediatamente a buscar excusas aun sin saber de qué se trata: el caso es escabullirme. En cambio, una de esas personas supuestamente tan pusilánimes que no hacen más que obedecer en todo tendrá la valentía, justamente, de decir que sí y de echar una mano. Porque no sólo lo dicen, sino que en seguida se ponen a trabajar en el tema. Total, que, en todo caso, hay que aprender a decir que sí. Al menos de vez en cuando.