martes, 8. febrero 2011
Jaime, 8 de febrero de 2011, 17:16:03 CET

Acerca de la insorportable situación económica de Cataluña


Vengo del médico y casi lo paso peor al salir que al entrar. Resulta que ahora en la receta ponen el precio del medicamento y al ver que tenía que pagar más de mil quinientas setenta y dos pesetas me ha dado como un ataque de ansiedad y me he puesto a gritar socorro, el mundo se acaba. En el ambulatorio. Varios sedantes después, me han podido explicar que este precio era simplemente informativo y que de momento no hay copago. Eso de copago por cierto no lo entiendo, porque yo ya copago con mis impuestos: si encima tengo que pagar más, espero que al menos me devuelvan cambio. El caso es que tengo una terrible dolencia crónica que yo me inventé y para la cual necesito un medicamento que no sirve para nada, pero cuyo efecto placebo es más que suficiente para mí. Y preferiría no seguir hablando sobre mi vida privada. Al menos gratis. El tema es que esto me hizo pensar en la sin duda complicada situación económica que atraviesa el país. Tan complicada que Artur Mas viajó a Madrid en clase turista. Renunció a los masajes y al champán francés para viajar con nosotros, los pobres. Además, el presidente de la Generalitat comió en la capital un menú de once euros. No le tuvimos que invitar a Casa Lucio ni nada parecido. Yo nunca he viajado en primera. De hecho, ya no me dejan entrar en los trenes, por culpa de una pelea con Melendi, ni en los aviones, por mi sobrepeso, pero vamos, me la imagino llena de cojines y con azafatas de estas de los años sesenta sirviendo café etíope y bombones suizos. Estoy seguro de que después de años viajando en primera a costa de los contribuyentes, tiene que ser complicado meterse en turista. Me imagino al presidente refunfuñando y pensando aquello de “si cada catalán me diera un euro, esto no me haría ninguna falta”. Es un héroe. No se puede calificar a este hombre de otra forma. Artur Mas es un héroe. Sin duda, este sacrificio será recordado por las generaciones venideras. Es más que probable que el 11 de septiembre de dentro de muchos años se le dediquen sentidos homenajes y se depositen coronas de flores a los pies de una estatua dedicada al mártir del Ave. Es que se me saltan las lágrimas sólo de pensar en su sufrimiento. Además, no sólo viajó en turista, sino que se pasó por los vagones vendiendo dvd pirata. Lo sé por una amiga que se llevó Avatar y Shrek 3 por sólo cuatro euros. Lo malo es que es el doblaje latino y suena rarísimo. Pero en fin. Sin duda, la situación es alarmante. Al parecer, el gobierno catalán lo tiene muy difícil para pagar incluso las nóminas de los funcionarios. Es decir, Cataluña podría hacer lo que comúnmente se llama un “Díaz Ferrán”. O como se decía antes, un sinpa. Todo depende de la emisión de deuda que pueda hacer el gobierno y de la gira que harán los consellers por las líneas de metro de Barcelona, una vez aprendan a tocar Bésame mucho con el acordeón. Obviamente estos problemas se acabarían si Cataluña fuera un estado independiente. Porque Mas ya no tendría que viajar tanto a Madrid y las distancias serían más manejables para el clásico y propio carro con burro. El ahorro sería más que considerable. Pero por desgracia, Cataluña no podrá ser nunca independiente. Y es que los estados sólo son cuatro: líquido, sólido, gaseoso y plasma. La física deberá hacer sorprendentes progresos antes de que se pueda hablar de un quinto estado catalán.


 
Menéame Envía esta historia a del.icio.us
enlace directo   
 
martes, 25. enero 2011
Jaime, 25 de enero de 2011, 10:44:13 CET

El sueldo, esa rémora comunista


Ha llegado el momento de trabajar duro por el país. Pero de verdad. Estamos en crisis y ya no podemos contar con privilegios absurdos y liberticidas como las pensiones, los subsidios de desempleo, las indemnizaciones por despido, el café de media mañana, la educación y la sanidad públicas, el agua corriente, el derecho a huelga, los tratamientos gratuitos contra el cáncer y ya puestos por qué no pedís una manicura, so vagos. Eso está claro. Y lo sabemos todos. Quien ahora esté sin nada, debería haber ahorrado durante la época de vacas gordas en lugar de comprarse ese horrible abrigo de G-Star Raw, que sólo te gustaba porque tiene el logo de la marca por toda la espalda, so hortera. Ahora, por hortera, no te queda más perspectiva que pegarte un tiro. Ah no, que no puedes pagarte las balas. Pues mala suerte. Pringao. En definitiva, hay que ir más allá. Me refiero a los sueldos. Cobrar por trabajar no es más que un claro atentado a la libertad de los empresarios, que han de poder triunfar adecuadamente con sus ideas estúpidas, como vender cedés, gracias a la protección del gobierno, cuya función, como gobierno mínimo que debe ser, es garantizar los derechos de las empresas. Sé que a una minoría estalinista no le gustará esta idea, pero es evidente que cae por su propio peso: la riqueza de un país se asienta justamente en el empresariado, y a éste no se le puede lastrar con la carga de los sueldos, porque si no, el producto interior bruto se quedará estancado y esto sólo se traducirá en más desempleo. Aún. ¿Y quién quiere estar sin trabajo? ¿Aparte de ti, maldito vago? Sí, soy consciente de que el sistema de cobrar por trabajar tenía sus ventajas, pero está claro que es obsoleto e insostenible, ya que irremediablemente produce paro: los empresarios no se pueden permitir más que un número finito de empleados, no vaya a ser que sus beneficios anuales se reduzcan en algún que otro punto porcentual. En cambio, si el trabajador tiene un coste cero, el empresario puede contratar a más gente, lo cual se traducirá como es natural en una práctica eliminación del desempleo en España, además de en un claro aumento de la producción, si no de la productividad. Asimismo, al haber una mayor mano de obra, parece más que evidente que se podría terminar con lacras como las horas extras y la saturación de trabajo: cada cual podría hacer sus funciones y volverse a dormir al parque debajo de unos cuantos cartones tras apenas doce o trece horas de trabajo. No apreciar las bondades de este sistema y los perjuicios que provocan los sueldos es simplemente estar anclado en un pasado izquierdoso que sólo conduce a la ruina y al asesinato de cientos de millones de personas. Ya es hora de aplicar criterios científicos a la economía. Criterios que den resultado y que nos ayuden a mantener un crecimiento económico sostenido y prolongado en el tiempo, gracias a un mercado libre de interferencias, exceptuando aquellas interferencias que favorezcan a la banca. Como es natural. Es más: hemos venido al mundo a trabajar y esto es lo que sin ningún tipo de dudas nos realiza como personas. Si trabajar es nuestra obligación como seres humanos y además es un placer, no tiene ningún sentido cobrar por hacerlo. Y es que el dinero no tiene nada que ver con el trabajo. Quien quiera ser rico, que haga lo que han hecho siempre los ricos: heredar o robar.


 
Menéame Envía esta historia a del.icio.us
enlace directo   
 
lunes, 24. enero 2011
Jaime, 24 de enero de 2011, 16:10:22 CET

Nociones de aeronáutica


Hay sentencias judiciales que me cuesta entender. Hoy por ejemplo leo que han condenado a un piloto a seis meses de cárcel por llegar tan borracho al aeropuerto que ni siquiera recordaba a dónde tenía que llevar el avión. Nos estamos volviendo locos con esta manía persecutoria hacia los fumadores. Volviendo al tema. Vaya por delante mi solidaridad con el comandante encarcelado. Yo soy absolutamente incapaz de subir a un avión si no estoy completamente borracho. Como para pilotarlo sobrio. Estamos hablando de aparatos que pesan toneladas y vuelan. Es ridículo. Alguno dirá: "No, es que llevan motores". Sí, bueno, pero los coches también tienen motores y no vuelan. A pesar de lo que nos prometieron para el año 2000. ¿Por qué? Porque pesan demasiado. Pura lógica. Está claro: volar va contranatura. Como por ejemplo los matrimonios. ¿Quién diablos quiere casarse? No, en serio. Hablemos sólo de la boda. Miles de euros tirados en un día. En un día muy aburrido. Si hay que ponerse traje, es porque vas a hacer algo odioso, como trabajar. Si a la gente le gustara casarse, lo haría cada año, como mínimo, y luego resulta que casi todo el mundo espera hacerlo sólo una vez en la vida. Aquí noto cierta falta de coherencia. Por eso me parece bien que los homosexuales se casen: ya está bien de privilegios. Y si no pueden tener niños, que los compren, como todas esas parejas que tienen que pagarse una niña china. Porque no las regalan, precisamente. Volviendo al tema otra vez, no era tan grave que el piloto fuera bebido. ¿Contra qué se iba a chocar? ¿Contra una nube? ¿Se iba a equivocar de carril y a ponerse a volar en contra dirección? Aquí hay mucho talibán que nos quiere decir cuándo podemos beber y cuándo no. Y luego a la hora de la verdad ellos hacen cosas peores, como por ejemplo leer las letras de Extremoduro. Pero es que por otro lado no entiendo cómo es posible que alguien sea capaz de subir a un avión sin haber bebido y sin ponerse a gritar "¡VAMOS A MORIR TODOS!" en cuanto el cacharro acelerara por la pista de aterrizaje. Eso hice yo la primera vez que volé. Gritaba y corría pasillo arriba y abajo. Dos azafatas de cincuenta años maquilladas como divorciadas francesas intentaron calmarme y fue entonces cuando descubrí que todo lo que salía por la tele era falso: ¿dónde estaban las azafatas veinteañeras y coquetas, con sus atrevidos escotes? Los atevidos escotes sí que estaban ahí, eso tengo que reconocerlo. Aún recuerdo con un escalofrío esa piel manchada y arrugada por haber tomado demasiado sol. No volví a ver esos escotes avejentados durante años. Hasta que fui por primera vez a Luz de Gas. Por cierto, molaría cerrar todas las puertas de Luz de Gas un sábado por la noche, con toda la gente dentro. Y prenderle fuego al edificio. Y luego para hacer un chiste macabro, tachar con un esprái la palabra "luz" y escribir la palabra "cámara". Vale, eso ha sido de mal gusto. Eh, pero al menos yo no llevo esos vestidos. Eso sí que es de mal gusto. A su edad, señoras... Total, que al ver a esas mujeres que no tenían nada que ver con las azafatas de las películas de los ochenta, caí al suelo en estado de shock. Desperté horas más tarde. En el hangar. Me habían dejado allí, en el suelo del avión. Tuve que sobrevivir tres días gracias a cacahuetes y latas de Coca-cola ridículamente pequeñas. Desde entonces, nunca vuelo sin haberme tomado al menos dos o tres Jameson con cola.


 
Menéame Envía esta historia a del.icio.us
enlace directo   
 
viernes, 21. enero 2011
Jaime, 21 de enero de 2011, 13:19:30 CET

Toda la verdad acerca de las fiestas de Berlusconi


Pues sí, yo estuve en una de las famosas fiestas de Berlusconi y si no lo he contado hasta ahora es porque soy un tipo discreto y además tampoco hubo para tanto y encima al salir tropecé, me golpeé la cabeza y pasé dos semanas en coma y eso afectó a mi memoria. La cosa comenzó muy bien, sin duda. Recuerdo que nos llevaron en helicóptero hasta una isla privada del Mediterráneo en la que el primer ministro italiano tenía una enorme mansión. Viajaba junto con un paleontólogo algo sosete y un matemático que vestía una chupa de cuero y llevaba gafas de sol. Al llegar, Silvio nos sirvió unas cervecitas y unos anacardos, y nos enseñó el vídeo de lo que estaba preparando en la isla. Junto con un equipo de científicos japoneses, había extraído el adn de todas las especies del jurásico y las había reproducido allí mismo. Había conseguido la información genética de esas especies gracias a un mosquito que se había conservado en ámbar. Un mosquito muy bestia. Estamos hablando del primer mosquito en serie de la historia. --Esa idea es horrible --dijo el matemático--. Yo he protagonizado La mosca y les puedo decir a todos ustedes que estas cosas salen mal. Berlusconi le llamó marica y luego nos llevó hasta un jeep, en el que nos condujo a las instalaciones que nos había enseñado en su vídeo. Fue impresionante: vimos un brontosaurio comiendo hojas de un árbol, varios velocirraptores correteando, un tiranosaurus rex leyendo La Gaceta, un mamut... --¡Está loco! --exclamó el paleontólogo--. ¡Los mamut ni siquiera son del jurásico! --Los japoneses insistieron en que necesitaba uno --explicó Berlusconi--: hacen bonito y dejan una lana preciosa para hacer jerseis. -¡No se da cuenta! ¡Venimos en un...! ¡En un...! ¡En un coche! Ocurrió lo inevitable. El mamut vio el jeep y trotó hacia nosotros. Silvio intentó volver a arrancar, pero dado que se trataba de un momento tenso, había que darle emoción al asunto y el guionista tenía poca imaginación, el jeep no respondía. --Mejor corramos --propuse--. Creo que le interesa más el coche que nosotros. El bicho estaba a apenas un centenar de metros. Aun así y como éramos personas racionales, lo sometimos a votación. Empatamos a dos y volvimos a explicar cada uno los motivos de nuestro voto. Hicimos otra ronda y volvimos a empatar a dos. Decidimos que el voto del anfitrión valdría doble, así que salimos corriendo dejando el coche atrás. Tenía razón: el mamut se enfrascó en una temible lucha con el jeep. Pero el vehículo no tenía nada que hacer frente a aquel enorme y peludo elefante. Murió aplastado mientras se quejaba con el ruido de su alarma, en un llanto que a mí al menos me rompió el corazón. --Tenemos que volver cuanto antes a la casa --dijo Silvio--. Está anocheciendo y hay luna llena. Todos los dinosaurios se convertirán en lobos. ¡En dinosaurios lobo de quince metros de altura! Berlusconi explicó que uno de los científicos se había pinchado un dedo manejando muestras y su sangre se había mezclado con el adn de los dinosaurios. --También es mala suerte que esto le pasara a nuestro científico licántropo. Para que luego vengan los rojos defendiendo la diversidad y la igualdad. Una vez en la mansión, nos dispusimos a cerrar las puertas y ventanas, y a asegurarlas con tablones. Y entonces salió de una habitación una chica en bragas, tambaleándose, con una botella medio acabada de grappa en una de las manos. --Tito Silvio --balbuceó--, me encuentro mal. Y hala, vomitó encima del sofá. Un sofá blanco. No, en serio. Un desastre. Muy desagradable. Estábamos ahí los amiguetes con nuestras cervecitas y nuestros mamut lobo, y tenía que venir la chica esta a joderlo todo con su borrachera, su vomitona, sus tetas al aire y su minoría de edad. No, en serio. Un bajón. Berlusconi tuvo que acostarla y darle un vaso de agua y luego ya no teníamos ganas de más porque nos había cortado el rollo, así que nos fuimos. Aunque jaja, Silvio dijo una de sus barbaridades, jaja, me río aunque es muy bestia, jajaja, se pasó tres pueblos. Coge y dice jaja, dice ahora tiene toda la boca con olor a vómito y tal, de haber vomitado, claro, jaja, y dice ahora jaja ahora me va a dar asco que me la chupe jajaja... Qué bruto. Y qué risa. Pero bueno. Que no había para tanto. Un poco de acojone cuando se soltó el mamut y tal, pero bah, lo normal.


 
Menéame Envía esta historia a del.icio.us
enlace directo   
 
lunes, 17. enero 2011
Jaime, 17 de enero de 2011, 16:00:24 CET

¡Elefantes grandes! ¡Socorro!


Otro grupo de científicos locos ha vuelto a decir tonterías para conseguir titulares, en esta ocasión amenazando con poner en peligro la civilización occidental tal y como la conocemos, que es como en las películas, pero algo más bajita y más gorda. Resulta que unos cuantos señores de la universidad de Kyoto quieren extraer ADN de restos congelados de mamut para resucitarlos. Sí. Quieren. Que. Los. Mamut. Vuelvan. A. La. Vida. Obviamente su plan aún no está demasiado perfilado. Su idea es introducir los embriones de mamut en un útero de elefante. No sé si estos señores recuerdan Teo en el zoo, pero me da que eso es como meter embriones de gorila en úteros de chimpancé. Al principio, bien, pero luego igual alguien acaba reventando (pista: la madre). Hay que detenerlos ya: aún estamos a tiempo de darles con un bate en la cara o algo parecido. Seguro que en estos precisos instantes están despistados, soltando mwahahas y frotándose las manos. Luego será tarde: porque comenzarán a carcajearse con eco y gritarán "¡están vivos, nuestros mamuts están vivos!" Y después morirán aplastados. Por los mamuts. Cuando se alcen y salgan del laboratorio, con la trompa en alto y destruyéndolo todo a su paso. Claro. Pero si sólo fuera eso, pues bien, ningún problema: nadie se ha quejado nunca de la muerte por aplastamiento de tres o cuatro científicos, al menos que yo recuerde. Pero es que la ola de terror paquidérmica continuará. Y es que hay que recordar que los mamuts son elefantes grandes con pelo y todo el mundo sabe que los elefantes son animales peligrosísimos que enfurecen en presencia de sus enemigos más feroces: los coches. A los cuales aplastan sin piedad. Porque los coches lo único que hacen para defenderse de los elefantes es poner en marcha la alarma. Sí: cada vez que de noche nos despierta la alarma de un coche, es porque hay otro elefante encima, destrozándolo. Y cada vez que me despierto, después de darme cuenta de que en realidad no estoy en las trincheras de Verdún y tras reconocer el llanto de un coche, espíritu, emblema y mascota de la civilización occidental (tal y como la conocemos, pero con dos donuts de más) se me encoge el alma y derramo unas lágrimas mientras canto el himno de Toyota. Esta frase anterior ha sido larguísima. Voy a cambiar la puntuación para hacerla más asequible: Y cada vez que me despierto, después de. Darme cuenta de que, en realidad no estoy en las. ¡Trincheras de Verdún!, y tras reconocer: el llanto de un coche --espíritu, emblema y--. Mascota; de la civilización occidental (tal y como la conocemos, pero con dos donuts ¿de más?) se me encoge = el alma > y derramo u. Nas lágrimas mientras can; to el himno de Toyota. Mucho mejor. Más fácil de leer. Así, en varias frases. Luego me calzo mis botas, agarro mi fusil con mira telescópica y salgo a la calle a intentar cazar a otro elefante asesino. Esto lo puedo hacer porque mi fusil está preparado para matar elefantes, aunque por desgracia hasta ahora sólo he sido capaz de destrozarle la rodilla a un guardia (en mi defensa alegaré que estaba muy gordo; yo, no el guardia). Pero claro, cuando los mamuts vuelvan a poblar la tierra, mi fusil no servirá de nada. Como mucho les destrozará las rodillas. ¡Y tienen muchas! ¡Jamás lograría detenerlos! Y no sólo eso: un mamut no sólo podría con los coches, sino también con las furgonetas e incluso con los camiones. Por si alguien duda, sólo tiene que pensar en cuántos camiones había en la época de los mamut (pista: menos de tres). De hecho, este equipo de científicos quiere saber por qué se extinguieron los mamut cuando está claro: agotaron las existencias de camiones y murieron de aburrimiento. En definitiva, por culpa de estos japoneses peligra el parque móvil mundial. ¿Es que nadie piensa en los coches? ¡No hay párkings para todos, maldita sea! Por eso propongo que estos tipos no sólo sean detenidos, sino que además se les degrade de científicos japoneses a psicólogos españoles. Para evitar males mayores y por supuesto dar ejemplo. Por otro lado, es posible que el artículo que publica El Mundo no sea más que una broma pesada de algún graciosete, dado que se refiere a una capa subterránea de hielo con el nombre de permafrost, cuando todo el mundo sabe que eso es algo de las neveras caras.


 
Menéame Envía esta historia a del.icio.us
enlace directo