lunes, 22. agosto 2011
Jaime, 22 de agosto de 2011, 17:14:30 CEST

Los muros de Berlín


Muchos de mis enemigos se alegrarán de saber que me he muerto después de despeñarme por un barranco y caer rebotando sobre piedras calizas durante casi seiscientos metros. Mi cadáver ha sido devorado por hienas enfermas de sida. En realidad es mentira. ¡Ja! ¡JA! Quién ríe el último, ríe más tarde. Esta es una de las múltiples trampas que tiendo a mis enemigos. Sé que a muchos les parecerá poco menos que increíble que alguien tan agradable y de conversación tan inteligente como yo tenga enemigos, pero no son pocos quienes envidian mis éxitos en el mundo de la literatura (estoy en la lista de los tres millones de escritores barceloneses más influyentes) y por supuesto con las mujeres (el otro día le hablé a una teleoperadora sin desmayarme ni sudar demasiado). Es decir, no soy yo, son ellos. Entre mis enemigos más acérrimos se cuentan mi vecina de enfrente, que me mira mal porque claro, no ve con buenos ojos mi desenfrenada vida de artista, llena de siestas y de atún en lata. También mi frutera, que por inquina y odio siempre me cuela algún melocotón con algún golpe. Por no hablar del camarero de mi cafetería habitual, que se empeña en cobrarme los cortados a pesar de ser yo quien soy. De hecho, al menos la mitad de la clientela va a ese café porque "es el sitio al que va Jaime a pensar en su obra". Y a robar el periódico. O mejor dicho, a descargármelo en formato papel. ¡Cultura libre! Pero ese es otro tema. Al que doy comienzo ahora mismo. Leo con espanto en este periódico robado que no se habla de mí en absoluto. Ni se me menciona. Nada. Como si no existiera. Es curioso, porque ayer hice un montón de cosas que merecían la pena ser reseñadas. Pero claro, los periodistas son perezosos y sólo hacen caso a lo que les dictan los bancos y los políticos. Ninguno me llamó anoche para pedirme suculentos titulares como:

-Jaime Rubio planea una revolución literaria en su nueva novela autobiográfica, protagonizada por una grapadora

-Jaime Rubio dispara las ventas de las novelas Stephen King tras declarar estar leyendo un libro suyo

-Jaime Rubio sigue siendo Jaime Rubio, a pesar del esfuerzo que supone ser Jaime Rubio

-Jaime Rubio Jaime Jaime Rubio Hancock Jaime Rubio Rubio Hancock Jaime

Desde este blog que tiene casi seiscientos millones de lectores diarios emplazo a los señores periodistas de medios de prestigio (de la Hoja Parroquial para arriba) a que se dirijan a mí y me pidan toda la información necesaria acerca de las cosas que estoy haciendo hoy y que sin duda cambiarán el panorama cultural, social y político de los próximos años y para bien. Por ejemplo, respirar. El día que deje de respirar podría pasar algo muy grave. Podría caer el muro de Berlín, por ejemplo. Otro. En Berlín hay muchos muros, como en todas las ciudades grandes. Hay gente que cree que en Berlín sólo había un muro y lo demás eran paredes. No. Había un muro famoso, el de los turistas. Pero luego hay muros de culto, para los que tenemos algo más de estudios, de conocimiento y de mundo en general.


 
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miércoles, 10. agosto 2011
Jaime, 10 de agosto de 2011, 15:45:20 CEST

Mi ingrediente secreto


Yo tuve un restaurante durante varios años. Le Parisien Chez Rubio Haute Cuisine. Al principio, mis platos revolucionarios no tenían éxito, y jamás entendí por qué: si a todo el mundo le gustan las patatas de bolsa y los cacahuetes, ¿por qué no querían comerlos en nuestro encantador local decorado en un todo a 1 euro (no confundir con la gama baja de los todo a 60 céntimos)? Durante un tiempo intenté trabajar mejor el marketing e hice algo de publicidad explicando que yo había trabajado para Ferran Adrià. Este cocinerucho con aires de grandeza me demandó asegurando que yo nunca había trabajado para él. El juez le dio la razón a pesar de que no pudo negar que estuve a su servicio el 3 de septiembre de 2004, cuando coincidimos en un ascensor. -¿A qué piso va? -Le pregunté. -Al cuarto. Y apreté el botón. Ahora resulta que eso no es trabajar para Ferran Adrià. Tendría que haberle demandado por no haberme hecho un contrato como Dios manda. En fin. Como la justicia en España es un cachondeo, cambién de táctica y probé a usar un ingrediente innovador que no sólo atrajo a nuevos clientes, sino que además los fidelizó de forma casi diría que exagerada. Mi ingrediente -secreto hasta que la policía me cerró el local- era el crack. Y como se fuma, todos mis platos eran flambeados. El local se llenaba cada noche, y había gente que incluso cenaba allí varias veces al día. Además, mis clientes se mostraban ansiosos por volver a probar mis platos hasta el punto de que se me saltaban las lágrimas de la emoción cada vez que les servía y veía la paz y la satisfacción en sus rostros. Por fin veía recompensado todo el esfuerzo que había invertido pensando en la posibilidad de inscribirme en alguna ocasión en un curso de cocina para luego mejor comprar un libro de recetas que no llegué a abrir. Lo malo fue que a las pocas semanas se formaron varias bandas de clientes que tomaron el control de diferentes territorios del restaurante. También tuve que lidiar con algunos camareros que pasaban comida de contrabando. Como suministrador, conseguí llegar a un acuerdo con los jefes de las zonas, pero cualquier escaramuza se aprovechaba para iniciar un tiroteo y tratar de agregar una mesa más a la propia zona de influencia. Al final la policía se decidió a investigar la muerte de dos camareros y seis clientes. Pude mantener el restaurante abierto algún tiempo más después de invitar a comer a algunos agentes, a los que tenía que ir pasando tuppers periódicamente. Pero claro, el negocio cada vez era menos rentable: no sólo por los sobornos y los acuerdos con las bandas, sino porque mis clientes cada vez tenían más problemas para mantener sus puestos de trabajo y seguir pagando mis sofisticadas e innovadores creaciones. Maldita crisis. Sólo han salido ganando los bancos y los masones. En fin, que como la cosa ya no iba tan bien como al principio, hablé con mi abogado, llegamos a un acuerdo con el fiscal del distrito de Los Ángeles y me condenaron a veinte años de cárcel. Porque me juzgaron en Barcelona. Despedí a mi abogado justo después de pagar su minuta. Que era tan abultada que parecía más bien una horuta. Jajaja... Qué bueno... Horuta... Si no fuera por estos momentos, no podría sobrevivir aquí encerrado. Aunque no creo que sobreviva ni con mi buen humor. Estoy en la misma prisión que muchos de mis clientes habituales. Y por algún motivo tengo fama de chivato. Yo. De chivato. Increíble. Después de todo lo que he hecho por ellos.


 
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martes, 9. agosto 2011
Jaime, 9 de agosto de 2011, 16:39:06 CEST

Jaime Rubio desmiente los rumores acerca de su persona


Jaime Rubio se ha visto obligado a negar los rumores que apuntan a que es zurdo. Rubio convocó a los medios de comunicación en las puertas de su residencia -una autocaravana de 1993-, donde les recibió acompañado de su mujer, sus tres hijos y su perro sordomudo, para asegurar que estos rumores "no son más que habladurías; siempre he usado la mano derecha para escribir, rascarme e incluso para jugar a tenis. Aunque no juego a tenis. Pero si lo hiciera, usaría la mano derecha". El reputado escritor de novelas de terror -aunque él insiste en que son eróticas- afirmó no tener nada en contra de los zurdos: "Incluso tengo amigos zurdos. Aunque me da un poco de asco mirarles a las manos... Eso que hacen me parece contranatura. ¿Por qué no pueden escribir con la derecha, como todo el mundo? Seguro que se puede curar. En realidad, yo no me hablo con esa gente. Pero los tengo agregados en Facebook. Aunque preferiría que estuvieran en la cárcel. O que no existieran. Es más, los voy a borrar de Facebook ahora mismo". Su mujer, una actriz contratada para la ocasión, aseguró haber estado al lado de Rubio "durante estos momentos tan difíciles para nuestra familia. Hemos intentado mantener al margen de toda esta polémica a nuestros hijos, cuyo nombre no recuerdo porque me pasaron el guión hace apenas una hora, pero no nos ha sido posible". Debido al trauma insuperable que atormentaba a los hijos de Rubio, tanto él como su mujer habían decidido suministrar dosis letales de un veneno mortal que justo comenzó a hacer efecto durante la rueda de prensa. Los niños agonizaron durante unos segundos mientras Jaime y su esposa se agarraban de la mano con los ojos bañados en lágrimas, y la prensa tomaba notas y fotografías con todo el respeto que la ocasión merecía. "A esto nos han llevado vuestras sucias ganas de vender periódicos y banners de publicidad –afirmó Rubio, mientras cogía una pala para enterrar a sus hijos-: a matar a estos niños que en realidad son de la vecina. Es más, mi perro sordomudo en realidad es un gato ciego disfrazado. Y esta pala en realidad es un pico". La vecina, que justamente se encontraba entre la multitud de curiosos que atendía a la rueda de prensa, soltó un "ya decía yo que esas caras me sonaban... Pues ahora a ver qué hago con tanta lenteja". Desde las páginas de este periódico que tenemos tantas ganas de vender, le recomendamos encarecidamente a la señora el uso de tuppers para congelar lo que haya sobrado del guiso para así poder aprovecharlo convenientemente durante los próximos días o incluso semanas. "Un momento -afirmó Jaime Rubio mientras este cronista terminaba de redactar el presente artículo-. Sólo quería añadir que en realidad la vecina no había cocinado lentejas, sino garbanzos. Pero claro, piensa que los garbanzos no tienen tanta clase como para aparecer en los papeles. Racista de legumbres..." El racismo de legumbres no tiene ninguna base científica, tal y como explica el doctor en biología Jaime Rubio: "Los diferentes tipos de legumbres no son ni mejores ni peores, sino simplemente diferentes. Además, hay muchos mitos al respecto. Por ejemplo, no es cierto que las legumbres asiáticas sean mejores en matemáticas. De hecho, no hay ninguna legumbre que sepa sumar". En otro orden de cosas, la policía ha arrestado a Jaime Rubio por encubrimiento: al parecer, habría ofrecido cobijo a un elefante acusado de destrozar catorce automóviles en las calles de Calcuta. El elefante consiguió huir, gracias a un hábil disfraz de gato ciego disfrazado de perro sordomudo.


 
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miércoles, 3. agosto 2011
Jaime, 3 de agosto de 2011, 9:02:49 CEST

Ideas para películas sobre la sociedad contemporánea


Me encantan las películas comprometidas con la sociedad en la que vivimos. Y al mismo tiempo me gustan mucho las pelis de superhéroes y monstruos. Por eso estoy preparando una serie de guiones en los que intento combinar lo mejor de ambos mundos.

Inspector Man Peter Parker aprueba unas oposiciones a subinspector de hacienda, pero después de haber pasado varios años encerrado en casa estudiando, decide no optar a la plaza inmediatamente, y dedicarse a beber y a salir con los amigos, al menos por un tiempo. Un día su tío le dice que ya se lo ha pasado suficientemente bien, y que tampoco se ha tirado tantos años preparando las oposiciones como para no ponerse a trabajar ya. -Una gran plaza conlleva una gran responsabilidad -le dice-, y al menos no te pueden despedir. Mira lo que me hicieron a mí. Casi treinta años en la empresa y a la puta calle, como los perros, sin ni siquiera darme las gracias. Peter le hace caso y toma posesión de la plaza. Es más, como termina de trabajar a las tres, se monta una asesoría para las tardes. Su tío le pide dinero de vez en cuando y él ya se está cansando del tema, que no es una ONG, tampoco puede ser tan difícil encontrar un empleo, lo que pasa es que claro, el señor quiere ser gerente como antes. Pues no, pues ya no.

El hombre contable Un piloto de Fórmula 1 es mordido una noche de luna llena por un contable. Desde entonces, cada noche de luna llena se transforma en un técnico administrativo y cierra cuentas mensuales, trimestrales y anuales, además de declarar el iva de la empresa, actualizar los presupuestos, y contabilizar pagos y cobros, incluidas las nóminas. La maldición le lleva a descubrir que el balance del año anterior de su equipo de Fórmula 1 tiene un terrible error. Un error que puede costarles una multa de hasta tres mil euros. Los altos directivos de la empresa intentan ocultarlo con un "¿en serio? ¿Ahora me vienes con eso?", pero él les obliga a enviar las actualizaciones a Hacienda, y pagar la sanción y los recargos. La falta de sueño le lleva a hacer una temporada pésima y al año siguiente tiene que irse a correr carreras de turismos.

Mediocre Man Clark Kent es un atractivo periodista que ha destapado casos de corrupción y escrito vibrantes reportajes sobre los barrios más marginales de Metrópolis. Lo que sus compañeros no sospechan es que de vez en cuando se pone unas gafas de pasta Ray Ban sin cristales, una camiseta ajustada y va por las discotecas intentando ligar. Sin ningún éxito. Está enamorado en secreto de su compañera Lois Lane, que se ha liado ya con cuatro o cinco de la redacción, pero con él no, claro, porque son amigos, y la amistad no se puede poner en riesgo con el sexo, puta desgraciada, te odio, te odio, TE ODIO, y un día TE MATARÉ. Un día la mata y va a la cárcel. Sus compañeros comentan que parecía un tipo normal y sus sorprendidos vecinos recuerdan que incluso les saludaba cuando se encontraban en el portal o en el ascensor.

Barman Bruce Wayne es un huérfano millonario que por las noches trabaja en una coctelería por afición. Mucha gente no sabe que en realidad es millonario y le deja propinas que él destina a la beneficiencia. Sus padres murieron en un accidente de tráfico y está preparando una demanda a la empresa fabricante del automóvil porque los frenos no funcionaron como es debido.

El conde Drácula El conde Drácula decide viajar al sur de Francia y hacer realidad su sueño: comprar una pequeña bodega y unas tierras, y fabricar y vender sus propios vinos. La iniciativa no le va mal del todo, a pesar de algunos problemas con los que se encuentra al principio, dada su inexperiencia. La cosa mejora cuando contrata un buen gestor, porque el primero no acabó de comprometerse lo suficiente y descuidaba muchos algunos asuntos.

X Men Un señor calvo monta un instituto para jóvenes con malformaciones genéticas, a pesar de que la sociedad prefiere meterlos a todos en sacos con piedras y tirarlos al río para que no sufran más. El señor organiza un musical para recaudar fondos y conseguir el apoyo de la sociedad. Al final incluso le dan una subvención y le entrevistan en La Vanguardia.

Linterna blanca Finales del siglo 19. La dura vida del sereno, que ha de vigilar que no haya maleantes acechando y acompañar a los borrachos a su portal.


 
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martes, 12. julio 2011
Jaime, 12 de julio de 2011, 17:13:58 CEST

Palencia es el origen de la crisis (creo)


La situación económica es tal que acabo de darle un bofetón a un guardia. El hombre me ha mirado ligeramente desconcertado, como si no supiera de qué iba la cosa. Encima. --Agente --le he explicado con toda la calma de la que he sido capaz--, ustedes están aquí vestidos de forma ridícula con el objetivo de salvaguardar el orden establecido. Establecido no sé por quién. Y en lugar de eso, el Íbex cae en barrena y el riesgo sube en anerrab y aquí no hay nada más que caos y amenazas de muerte por doquier: mire, mire. Dicho esto le mostré una amenaza de muerte que me había llegado en una postal desde Palencia. Palencia es como Valencia, pero fabricada en China. Es el polo Lacosta de las ciudades. De hecho, el autor de la postal aseguraba que si seguía diciendo que Palencia era la versión barata de Valencia, me mataría. --Fíjese, ni siquiera viene firmada. Como para dar más miedo, ¿no? ¡Hay que hacer algo! ¡Fíjese a cuánto cotiza Telefónica! ¡Y eso son cacahuetes! ¡Y los cacahuetes contienen la palabra caca! El guardia se puso en pie, musitando un "no, si usted no deja de tener razón, pero qué puede hacer un pobre mozo de cuadras como yo. Si ni siquiera he estado en Palencia". --Yo tampoco --le contesté--. Hace un par de años iba a ir, pero teniendo Valencia al lado, me pareció ridículo. En ese momento alguien me tocó el hombro. Me giré, porque yo soy un tipo de hondas tradiciones y en mi familia siempre hemos sido de girarnos cuando nos tocan el hombro. Frente a mí había un tipo con gafas Rai Van, una camiseta Havercronbie and Fich, unos tejanos Lebis y unas Conberse. --Te dije --me dijo-- que dejaras de hablar mal de Palencia. --¿Quién eres? --¡Soy el Capitán Palencia! --El Capitán Palencia... --Hola, yo soy el agente Gutiérrez... --Hice callar al guardia de otro bofetón. --¿Y qué quieres, Capitán Palencia? --He venido a vengar el honor de mi ciudad. Voy a matarte con esta pistola. Es una Cult. --¿Cult? --Sí, una Cult. --¿No querrás decir una Colt? --Son igual de buenas que las Colt. Pagar marca es de tontos. --¿Cult? ¿En serio? ¿Son pistolas chinas? --Las fábricas chinas cumplen con todos los criterios de calidad y seguridad occidentales. --Cult. La pistola es una Cult. --En realidad, está fabricada en Vietnam. --Vietnamita. Cult. --Sale por el cuarenta por ciento de lo que cuesta una Colt. Y mata igual. Efectivamente. Mata igual. Al apretar el gatillo, le explotó en la mano y le agujereó la cara. --Vaya. --Me sé una canción sobre Palencia --dijo el guardia, limpiándose con un pañuelo la sangre que le había salpicado. --A ver. --Palenciaaaaa es la tierra de las flores, de la luz y del amoooor... --Creo que... --Palenciaaaaaaa... --Creo que no... --Tus mujeres todas tienen de las rosas el coloooooor... Al final me rendí, me uní a él y cantamos juntos las bondades de Palencia hasta el amanecer.


 
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