octubre 2005 | ||||||
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septiembre | noviembre |
Listas
Tras una ceremonia nada emotiva, Jakob Adenauer ha viajado al universo paralelo que su hermano y él terminaron la semana pasada. Así pues, se puede decir que finalmente y por lo que respecta a este mundo, Jakob ha muerto del todo. Cosa que me recuerda a una entrada de su Diario muy secreto en la que explicaba que estaba cumpliendo a rajatabla su lista de cosas a no hacer jamás, que incluía, entre otras actividades, "cantar en un karaoke, leer las memorias de Churchill, probar la en realidad inexistente comida china y alistarse en el ejército". Según Jakob, es absurdo redactar una lista de cosas a hacer antes de morir, ya que "ese tipo de empresas no dependen sólo de uno mismo. Sin ir más lejos, yo soy un magnífico intérprete de corno inglés, pero si no he tocado nunca con la Filarmónica de Berlín es sólo por presiones políticas". En cambio, la cosa cambia si se trata de una lista de cosas a no hacer: "Cada día que pasa sin que me apunte a un gimnasio o firme un manifiesto es un éxito. Y así soy más consciente de mis debilidades, ya que si fracaso, lo sabré en seguida y no tendré que esperar a morirme para consultar la lista en cuestión". Además, según el mayor de los Adenauer, "nunca se tiene verdadera intención de llevar a cabo los buenos propósitos de esas listas. No tengo nada en contra de las ensoñaciones estériles, pero una relación de cosas a no hacer tiene la indudable ventaja de que se comienza a poner en práctica nada más redactarse". De todas formas, lo cierto es que Jakob también escribió una lista de cosas a hacer antes de morir. El problema es que he dado con ella demasiado tarde como para prevenir a Hans. Ahora no sé si enviársela. Igual es mejor que no la lea. Por evitarle un disgusto, digo. Más que nada porque uno de esos buenos propósitos es: "Construirme un universo paralelo en el que pueda reinar como emperador supremo y que así se me brinden el respeto y la admiración que sin duda merezco". Temo que Hans, siendo médico y no físico, igual no haya podido supervisar de modo adecuado la creación de este segundo universo. Pero, en fin, supongo que ya da lo mismo.