mayo 2004 | ||||||
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Un zumito
España es uno de los mayores productores de naranjas del mundo, además del principal exportador de dicha fruta. O sea, que las naranjas no escasean en nuestro país. Dicho esto, no entiendo aún por qué diablos cobran tan caro el zumo de esta fruta en los bares, llegando en muchos sitios de la ciudad a pedir más de dos euros por el líquido extraído de dos naranjas. Es decir, muchos cobran el zumo más caro de lo que puede costar un kilo entero. Por supuesto, no es la mano de obra la que encarece el producto: casi no hay bar que no tenga su máquina exprimidora que corta y exprime las naranjas sin mayor dificultad que apretar un botoncito. En definitiva, si tomar un zumo de esta fruta supone un lujo en la mayoría de bares es porque hay gente dispuesta a pagar por dicho producto como si efectivamente fuera un lujo. Con lo que queda claro que la ley de la oferta y la demanda pone la fijación de precios en manos de cretinos que jamás se han tomado un zumo de naranja como es debido y que creen correcto pagar fortunas por un vasito medio lleno. Por si a alguien le interesa, la versión a la Jaime de un zumo de naranja como es debido se hace con al menos dos naranjas, un pomelo y un limón. Y nada de azúcar.