lunes, 2. julio 2007
Jaime, 2 de julio de 2007, 8:50:00 CEST

Gases


Dice Mikimoto que los catalanes "somos como somos y no tenemos que pedir perdón constantemente por nuestra forma de ser". Hombre, pues no sé, ¿eh?, no sé. Yo conozco a un tipo de Gràcia y por tanto catalán (se apellida Pi, imaginen) que cada vez que me ve siente un impulso irrefrenable por pisarme la cabeza. Y lo ha conseguido en más de una ocasión. A mí ya me gustaría que se disculpara. No constantemente, pero al menos de vez en cuando. Además, no sólo se trata de Pi y los problemas que tenemos él y yo. Por extraño que pueda parecer, hay catalanes que asesinan, que roban, que estafan, que blasfeman e incluso muchos que fuman. Muchos lo hacen por lo que vendrían a ser las circunstancias, y ahí no tengo nada que decir, porque la gente tiene sus historias y, en fin, no siempre es fácil salir adelante. Pero otros lo hacen porque nacieron malas personas. No estaría de más que se disculparan. Perdón a todos los que he apuñalado, soy un psicópata sin escrúpulos y tal. Mikimoto añade que "tenemos que construir este país de otra forma, no hay más solución". Esto no lo entiendo. Cataluña tiene forma de triángulo. ¿No le gustan los triángulos? La Cataluña Triangular tiene la ventaja de que cuanto más al sur te vayas, más fácil y rápido resulta cruzar el país de este a oeste, e incluso de oeste a este. ¿Qué tienen de malo los triángulos? A Pitágoras le encantaban. A Dios se le representa como un triángulo con un ojo dentro. Las caras de las pirámides tienen forma de triángulo. La palabra triángulo es esdrújula e incluye todas las vocales menos la e, que todo el mundo sabe que es la más sosa. El más o menos humorista también dice otra cosa que me resulta enigmática, en el sentido de misterios del más allá y tal: "Dependemos de otro estado y a diferencia del camino que han seguido muchos otros pueblos que han desparecido, nosotros seguimos aquí, pero no estamos aquí del todo". Señor Mikimoto. Dos puntos. Me parece muy respetable que usted crea que nadie tiene que disculparse por ser como es y que los triángulos no le gusten tanto como a mí. Pero le aseguro que yo estoy aquí. Del todo. Incluso tengo testigos. Bueno, en este preciso instante, mis testigos han salido a hacer unas gestiones, pero en cuanto vuelvan, les digo que se pongan en contacto con usted para dar fe que todo mi yo está aquí: las piernas, el tronco, los brazos y la cabeza, cara incluida. Y que si me voy, dejo un post-it o algo, yéndome además entero a otro aquí diferente. Imagino que ese otro estado del que usted depende es el gaseoso. Solidifíquese, señor Mikimoto, así seguro que está siempre en un mismo sitio y no se cuela por las rendijas. En fin, no me extraña que diga que "nos ven complicados". Le verán complicado a usted, caballero, que no sabe ni dónde está. A mí me ven como a un joven sano de apariencia agradable si se mira desde la distancia adecuada. Y ya.


 
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