noviembre 2024 | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|
dom. | lun. | mar. | mié. | jue. | vie. | sáb. |
1 | 2 | |||||
3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 |
10 | 11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 |
17 | 18 | 19 | 20 | 21 | 22 | 23 |
24 | 25 | 26 | 27 | 28 | 29 | 30 |
abril |
Tiramisú
Llevo una semanita que para qué. Anoche estuve cenando con Federico Jiménez Losantos. Ya le he dicho que a partir de ahora y hasta que se jubile sólo nos enviaremos e-mails porque la experiencia no fue nada agradable. El caso es que nada más verme gritó: “¡Socorro, un catalán!” y se puso a pegarme puñetazos asegurándome que jamás conseguiría cerrar su radio. Sí, bueno, cuando le expliqué que era yo, Jaime, se disculpó y me ayudó a incorporarme, sólo faltaría, pero aún tengo tres o cuatro moratones. También la armó en el restaurante. Empezó a asegurarme, primero por lo bajini y luego a gritos, que nuestro camarero era catalán. --Que sí, hombre, que sí. ¿No oyes el acento? --A ver, Fede, acabamos de preguntarle y nos ha dicho que es de Segovia. --Eso lo dice para que no le boicoteemos. No le pienso dejar propina. ¿Y usted qué mira? ¿Es un espía del tripartito? ¿Ha venido a cerrar la Cope? --Fede, deja a ese señor tranquilo... Usted perdone... --Es que no me dejan vivir, los malditos catalanes. La semana pasada me cerraron la radio dos veces. Ahora emito desde debajo de un puente, con un walkie-talkie. ¿Sabes que la Caixa ha puesto espías en mi calle? El otro día me enviaron publicidad, los muy ladrones... ¿Tú no tendrás una cuenta en la Caixa? Porque como tengas una cuenta en la Caixa te juro que te... --Anda, deja el cuchillo. Ya te corto yo la carne, que aún te harás daño. --Es terrible. Con Aznar esto no pasaba. ¿Cataluña ya es independiente? --No, claro que no. --Todos los catalanes queréis la independencia. ¡Para exterminarnos como a ratas! --Oye, ¿cómo es que ya no te metes con los vascos? --¿Con los qué? --Nada es igual. --Ah, con los vascos... Bueno, todos sabemos que los vascos sólo son esbirros de los catalanes. Si no, ¿de qué iba el Barça a fichar a tantos vascos en los ochenta? Zubizarreta, Bakero, Goikoetxea, Begiristain, Lineker, Schuster, Maradona... Todos terroristas contratados por Carod en Perpiñán. --Anda, come, ya la tienes cortadita. En trozos pequeños, como a ti te gusta. --¡Ah! ¡Aaaah! ¡¡AAAAH!! ¡¡¡AAAAAAAAH!!! --¿Qué pasa? --No, nada... Perdona... Qué susto, creía que allí estaba Montilla. Pero no, es una señora. ¿Tú crees que es catalana? --Hombre, desde aquí resulta difícil saberlo. --Nos mira raro... Seguro que es catalana... La muy puta. España se rompe en pedazos y ella bebiendo cava. Por cierto, estoy haciéndole el boicot a todo lo catalán. --Sí, algo había oído. --No sé cómo: los comunistas ya han cerrado la Cope cinco o seis veces. Bueno, el caso es que estoy pensando en despedir a Juan Carlos Girauta. Es catalán, ¿sabes? Y el muy cerdo no me había dicho nada. Luego me explicó que según César Vidal, los masones, los comunistas y los catalanes se habían inventado lo de la teoría de la evolución para desprestigiar la Biblia. Y que según unos estudios muy serios de un tal Pío no sé qué, Lenin había nacido en Sant Vicenç de Calders. Y que Hitler era un tipo pacífico y moderado hasta que pasó un verano en Premià de Mar. Acabé tan harto que, en fin, lo confieso, pidió de postre tiramisú y cuando ya casi lo había terminado le convencí de que el tiramisú era un postre de origen catalán. Fue corriendo al lavabo a, en fin, ayudarse a... O sea, con los dos dedos en la gar... Bueno ya se entiende.
Terapia
Para resolver de una vez por todas las dudas acerca del estado mental de Augusto Pinochet, las autoridades chilenas recurrieron a mí: querían que le aplicara el Método Jaime Rubio de Diagnóstico Psiquiátrico. Este método que desarrollé en los noventa es francamente simple: consiste en aplicar un cuestionario que algunos pusilánimes tildan de "agresivo" y de evaluar las respuestas del paciente siguiendo el baremo Rubio que otorga los jaimepuntos de cordura correspondientes. Este baremo es complejo y mis lectores no son muy inteligentes que digamos, así que vayamos al grano, a la entrevista. El señor Pinochet me recibió en su despacho, sentado en un sillón con orejas, envuelto en una bata de franela, peinado con ese estiloso y tan propio lametón de vaca y agarrado a un bastón con puño de márfil. Después de darle los buenos días y sin ni siquiera sentarme comencé el análisis. --¡Estás loco, viejo de mierda! Pinochet me miró con los ojos descolocados. --Te doy los buenos días y ¿qué me contestas? Buenos días. Pero si son las cuatro de la tarde, animal de bellota. Pero lo que más me jode es lo del bastón. ¿Para qué coño te agarras al puto bastón si estás sentado? Acto seguido le agarré el palo y le sacudí en la cabeza varias veces. --¿Ves cómo no lo necesitas para nada, idiota? ¿Acaso te has caído, inválido de mierda? Dicho lo cual, arrojé el bastón y me senté enfrente del anciano. Creo que susurraba algo así como socorro, pero el ruido que provenía de la otra habitación no me dejaba oír nada. Luego supe que uno de los hijos de aquel anciano tan agradable estaba intentando entrar al haber oído los golpes. Por suerte, mis celadores le retuvieron y, ya de paso, le dieron un par de patadas en la cabeza, ja ja, son incorregibles. --Bien, viejo estúpido, hablemos claro: ¿está usted loco o sólo se lo hace? ¿Se quedó el dinero? ¿Mató a esos rojos? --No me acuerdo, pero no es cierto. No es cierto, y si fuera cierto, no me acuerdo. --¡A mí no me venga con pamplinas! ¡Explíqueme qué ha soñado esta noche! ¿Cuántas veces se acostó con su madre? ¿Aún se hace pajas, pervertido asqueroso? ¿Por qué huele como si se hubiera cagado encima? Sé que puede sonar duro. Al fin y al cabo, estaba gritándole a un anciano que lo único que había hecho en su vida había sido firmar papeles que él no entendía y que le habían llevado a convertirse, ante la cruel e injusta mirada del mundo, en un millonario asesino. Pero ése era y es mi trabajo: dejar claro que aquel pobre inocente era un loco al que habían engatusado para que se quedara con millones de dólares en contra de su voluntad. --Bien, señor Pinochet. ¿Dónde estaba usted el 11 de septiembre de 1973? --Yo... No me acuerdo... --¡Miente! ¡Miente! ¡MIENTE! Se acuerda perfectamente: estaba sodomizando a su gata. --Yo, yo... No tuve más remedio que volver a agarrar el bastón. --Todo lo que hice.... No me pegue... Se lo debo a Dios. --¡LOCO! ¡LOCO DE MIERDA! ¡ZOÓFILO ASQUEROSO! ¡ERA UNA POBRE GATITA INOCENTE! ¡VEN A MÍ! ¡YO TE SALVARÉ DE TU LOCURA! ¡MIAU MIAU MARRAMIAAAAAU! --Soc... Soc... orro... Jamás quise hacerle daño a nadie... --¡Yo tampoco! ¡Es por tu bien! ¡BASTARDO! Ya no recuerdo nada más. Desperté en el hospital, con varias costillas rotas y un terrible dolor de cabeza. Según me explicaron los abogados del dictador, el hijo de Pinochet había conseguido burlar la vigilancia de mis celadores y había impedido que siguiera con mis prácticas. --Esto es terrible --les dije--, así no puedo emitir un diagnóstico fiable. No recogí suficiente información. Necesito quedarme a solas un par de horas con él. Como mínimo. Se trata de un caso complejo. Y tampoco me importaría que su hijo viniera a verme a mi consulta. Los abogados se despidieron con un "ya se verá lo que se puede hacer", pero lo cierto es que no contestaron a mis llamadas. Una pena. Mi testimonio les hubiera servido de mucho. Porque para mí que ese viejo es un loco hijo de puta, pero, claro, necesito recoger pruebas. Así es la ciencia: fría e imparcial.
Protesto enérgicamente
Jaime Rubio fue conducido ante el juez por agresión al director de una oficina bancaria. El acusado había sido arrestado mientras aporreaba con un cojín --relleno de cantos rodados-- a Jordi Vila, empleado del mes en nada menos que diecisiete ocasiones en la sucursal que actualmente dirige. Rubio renunció a contar con un abogado: "Prefiero defenderme a mí mismo, señoría. He visto Algunos hombres buenos y me considero preparado". El juez le preguntó si eso era verdad, a lo que el acusado respondió: "¿La verdad? ¡TÚ NO PUEDES SOPORTAR LA VERDAD!" Tras ser reducido por los alguaciles, el fiscal le preguntó por los motivos que le habían llevado a agredir al señor Vila. "Los bancos son unos ladrones", contestó Rubio, a lo que el fiscal replicó que lo único que hacen los empleados de los bancos es "sacar adelante un negocio tan honrado como el que más y dar así de comer a miles de familias y a sus hambrientos hijos, además de hacer crecer el producto interior bruto del país y colocar a España en la cabeza de Europa. Si somos miembros del G8, de momento sólo moralmente, es en gran parte gracias a los bancos y a empleados como Vila". Rubio adujo que la riqueza de los bancos se fabricaba a costa de la pobreza de millones de niños africanos y que los banqueros se divertían negando hipotecas a jóvenes como él mismo. El fiscal hizo añicos sus supuestos argumentos, recordando que si los niños africanos pasan hambre, "lo único que tienen que hacer es cambiar de trabajo, cosa que el sistema capitalista liberal no sólo permite sino que además favorece. En cuanto a las hipotecas, me permito observar que el señor Rubio tiene cincuenta y dos años, vive con sus padres y le concedieron una hipoteca hace diecisiete años cuyo contrato no firmó". La más que hábil labia del fiscal hizo enfurecer a Rubio, quien, ya desesperado, se puso de pie, gritando que aquello no era una hipoteca, era la venta al banco y por los siguientes cuarenta años de su espíritu libre. Mientras los alguaciles se veían obligados a reducirle de nuevo, Rubio insistía en que él era un hombre libre y no un esbirro de los banqueros, y que no pensaba doblegarse a las exigencias de los "mafiosos vendepisos acosancianas". Las conclusiones del juez fueron demoledoras. "Usted, como hombre libre que es, tiene derecho a contratar libremente una hipoteca a cuarenta años y a darle todo lo que cobra a ese señor --por el banquero agredido--. Por tanto, se le condena a hacer ejercicio de su libertad y abrir en el banco de la víctima una cuenta Superahorro Financiero Total y Absoluto 0,5% TAE Cada Siete Lustros. Es una cuenta muy buena. El año pasado me dio diecisiete céntimos de intereses. Para que luego comunistas como usted digan que los bancos son unos chorizos". Rubio adujo que aquella cuenta había provocado que el Sahara, antaño una selva, se hubiera convertido en desierto, a lo que el juez hizo caso omiso. Tras el mazazo de su señoría, los alguaciles redujeron de nuevo a Rubio, por si acaso.
Fisking
El conocido periodista Mateo Alcorcón ha publicado un artículo que me veo en el deber de comentar ampliamente, vamos, de hacer lo que se llama un fisking, ante el cúmulo de desinformaciones, falsedades, prejuicios y mentiras. Comencemos por la primera frase: "En uno de mis numerosos viajes por Estados Unidos, conocí a Jack Charlton, vendedor de aceitunas en Chicago". No puedo con tanta manipulación sectaria y partidista. Me veo tentado de dejarlo aquí, no tengo fuerzas para continuar, dónde está mi inhalador, dónde. Pero no. Es mi deber refutar todas las mentiras de Alcorcón. Además, yo no soy asmático, se trata de una simple figura retórica. Quien sí es asmático es mi amigo Ricardo. Es asmático, alérgico, astigmático, demócrata y unos cuantos esdrújulos más. Es de salud débil, el muchacho. Y encima está cegato. Está tan mal de la vista que no puede ponerse las lentillas si no lleva las gafas puestas. Lo cual le trae no pocos inconvenientes, ya que al ir a ponerse las lentillas, topa con los cristales de las gafas. Como para compensar su mala salud y su cara de culo, Ricardo es un tipo muy inteligente. El tipo tiene unos cuantos libros en casa y ha leído ese tan bueno de Dan Brown o de César Vidal --siempre los confundo-- que demuestra que los masones han conquistado el mundo y se van a comer nuestros cerebros. Crudos. Sin ir más lejos --entre otras cosas porque no estoy para caminatas--, el otro día me comentaba algo que le pasó justamente en Estados Unidos y que rebate la bola que Alcorcón nos intenta colar en su texto: "Estaba en un restaurante de Nueva York, comiéndome un buen trozo de vaca, cuando se me cayó el tenedor al suelo. Pues bien, antes de que pudiera levantar la mano para pedir que me lo cambiaran, el camarero ya me estaba dando uno nuevo y disculpándose por MI torpeza. Eso en España no se ve. Nos falta espíritu emprendedor porque pagamos demasiados impuestos para mantener a esos vagos hijos de puta, ya sabes a quiénes me refiero, a esos cabrones de los parados, que no son capaces de encontrar uno o dos empleos con esas excusas estúpidas como 'no tengo manos' o 'me estoy muriendo'. En Estados Unidos TODO el mundo tiene manos. Y NADIE se muere. Todos trabajando duro para sacar adelante el país. En cambio, a nosotros, así nos va. Mancos y con los tenedores sucios y muriéndonos por las calles”. Se me ha echado el tiempo encima. Ya seguiré con el fisking del artículo del juntapalabras de Alcorcón. De momento, queda demostrado que la primera frase es MENTIRA. La típica MANIPULACIÓN PARTIDISTA WISHFULTHINKISTA a la que ya estamos desgraciadamente demasiado acostumbrados. Jaime 1, Mateo 0.
Confidencial
Mucho se ha hablado acerca de la infanta Leonor. Lo que nadie sabe es que nos están ocultando la verdad. Alguno quizás recuerde aquel rumor según el cual la princesa Letizia se habría sometido a un tratamiento de fertilidad para quedarse embarazada. Al parecer se desplazaba a una clínica valenciana especialista en estos asuntos fecundatorios. Estos rumores se desmintieron y hoy están casi olvidados, pero, claro, no contaban con mi astucia. El caso es que tengo un amigo que conoce muy de cerca al rey. Este amigo tiene un primo mallorquín al que un día se le fastidió el coche en la autopista. Mientras esperaba la grúa, se paró un motorista con la intención de echarle una mano. El tipo se quitó el casco y resultó ser el mismísimo y majestuoso rey Don Juan Carlos, que aprovechaba una mañana soleada para salir sin escolta a dar un paseo a ciento ochenta. El monarca hizo honor a su fama de connaisseur del mundo del motor y consiguió poner en marcha el vehículo averiado. Desde entonces el primo de mi amigo y el rey iniciaron una bonita relación, aunque, claro, esta amistad se lleva con la más absoluta de las discreciones. De todas formas, puedo confirmar que el rey admitió que la princesa se desplazaba a Valencia, pero el monarca también aseguró que aquello no tenía nada que ver ni con la reproducción asistida ni con cierto famoso gigolo afincado en la capital levantina. Por otro lado me enteré de cierta información que en principio no parecía relacionada con la reproducción de los Borbones: la existencia del Instituto de Robótica de Valencia. Una vez unidos estos elementos que sólo a las mentes débiles y conformistas les pueden parecer no relacionados, llegamos a una conclusión terrible: la infanta Leonor es un robot. O, mejor dicho, muchos robots, ya que a medida que pasen primero los meses y luego los años, tendrá que variar como mínimo la carcasa exterior de este engendro metálico y quién sabe si quizás asesino. Hay riesgos, sin duda, pero no quiero acabar este tenebroso y alarmante artículo sin mencionar las palabras de una de las ingenieras a cargo del proyecto y que resulta que estudió con la hermana de un amigo mío: "¿Quién o qué mejor que una Borbonator para asegurar la unidad de España?". EL CLÁSICO COMENTARISTA DE BLOGS POLÍTICOS: Sí, tú aquí con el pan y circo de la niña cyborg esa y mientras tanto los comunistas cerrando la Cope y los moros incendiando París. JAIME: Hombre, me parece que exageras. ECCDBP: ¿Cómo que exagero? Los terroristas islámicos franceses cerraron la Cope hace dos semanas, Jiménez Losantos está en la cárcel y César Vidal está escondido en Sierra Morena. J: ¿Pero qué dices? ECCDBP: Sí, sí, y Montilla casi se carga a Federico en un tiroteo. Pero, claro, de eso no se habla en este antro de esbirros polankistas estalinistas republicanos asaltaconventos. J: No, aquí no se habla de eso.