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Caso resuelto
Me tuve que hacer cargo yo mismo. Había propuesto a Sherlock Holmes, un tipo que a mí siempre me había parecido avispado, pero, al parecer, el tal Holmes estaría muerto si no se tratara de un personaje de ficción. De lo que se entera uno. No te acostarás sin quedar en evidencia una vez más. De todas formas, se trataba de un caso sencillo: el cadáver había aparecido con siete puñaladas en la espalda. Un suicidio más que evidente. El tipo se quitó la vida porque el hecho de haberse acostado con la mujer de otro señor le remordía la conciencia. Cosa normal, porque este otro hombre, el marido, no hacía más que amenazarle de muerte. Difícil, vivir así. Me sabe mal decir este tipo de cosas, pero me temo que fue una suerte que se suicidara. Y es que creo que era un asesino en serie: hubiera continuado matándose si no se hubiera muerto antes. Ahora tendrá que vérselas con el juez. Aunque no creo que pase mucho tiempo en la cárcel. Al fin y al cabo en este país sale muy barato cargarse a alguien. Además, seguro que puede pagarse un buen abogado: tiene (o tenía, no sé muy bien cómo decirlo) una casa grande y un buen coche. Ahí hay pasta. Y tanto. El cabrón era (o es, o fue) un tipo hábil. No dejó ni una de sus huellas en el cuchillo. Las limpiaría antes de que llegáramos. O igual llevaba guantes. No nos aclaró ese punto durante el interrogatorio. Lo demás sí que lo admitió. El que calla otorga y el tío se quedó callado como una tumba.
El divisor
EL CLÁSICO COMENTARISTA DE BLOGS POLÍTICOS: ¡Nucleares no! ¡Nucleares fuera! ¡Nucleares no! ¡Nucleares fuera! JAIME: Hombre, cuánto tiempo. ¿Qué son esas pancartas? ECCDBP: Es una manifestación espontánea a la que espero se unan los menos estúpidos de tus lectores. J: Sí, así vas bien. ¿Y eso de las nucleares? ¿Te has vuelto ecologista? ECCDBP: Ecologista, dice. ¡Es por Zetapé! J: ¿Qué tiene que ver Zapatero con...? ECCDBP: Zapatero, le llama, el tío servil. Si no fueras una rata socialista le llamarías por su nombre: Zetapé o el bobo. J: Sí, eso. Pero bueno, ¿qué tiene que ver Zapatero con las nucleares? ECCDBP: Ah, ignorante. El bobo primero dividió España al ponerse a negociar con terroristas y luego dividió Cataluña con el Estatut. No contento con eso, dividió Europa con un debate sobre el plan de rendición en el País Vasco y ahora... Ahora ha dividido el átomo. ¡Nucleares no! ¡Nucleares fuera! ¡Nucleares no...! J: ¿Te encuentras bien? ECCDP: ¡Zetapé piensa dividir el universo! ¡La fisión del átomo sólo es el primer paso! Bueno, el cuarto, en realidad. ¡Zetapé es el máximo común divisor! J: Mira, ya está bien. Recoge esas pancartas y lárgate de aquí. ECCDBP: ¿Para qué, si no vas a escribir nada? J: Pues para tu información, tenía pensado publicar un análisis comparado de las tres grandes novelas de Pynchon, V, Gravity's Rainbow y Mason & Dix... ECCDBP: Claro, claro. J: Pues sí, pues sí. ECCDBP: ¿Análisis comparado de qué? ¿De precios? J: ¡Haz el favor de recoger eso! ECCDBP: Bueno, bueno. J: Salgo un momento y cuando vuelva, no quiero que estés aquí. ECCDBP: Vale, vale... (Espera a que Jaime salga) ¡No a la reproducción por división! ¡Abajo las amebas! ¡Acabemos con los paramecios! J: Pero bueno, ¿esto qué es? ECCDBP: ¡Zetapé divide las células! ¡Es el precio que tiene que pagar a sus amigos homosexuales e islamófobos terroristas a cambio de su apoyo o, quien sabe, algo más! ¡Pretende acabar con los cristianos heterosexuales! ¡Antes de que Polanco usurpara el poder, las amebas hembra se casaban con las amebas macho! Bueno, los amebos, supongo... J: ¡Largo de aquí! ECCDBP: ¡Eres un fascista y un censor! ¡Tengo derecho a expresarme libremente! ¡Libertad para los amebos! J: Otra vez la jaqueca... ECCDBP: ¡Los amebos nos necesitan! J: De acuerdo, los amebos nos necesitan. Ahora ya te puedes ir. ECCDBP: ¡Ja! Te he convencido gracias a mis brillantes AR-GU-MEN-TOS, cosa de la que los progres carecéis. J: Sí, sí, anda, hasta otra. Y si nos vemos antes de que el sol se haya convertido en una gigante roja espero que alguien me pegue un tiro. ECCDBP: Si es que mi elocuencia razonada puede con cualquiera.
¡Libertad, libertad!
Jaime Rubio ha sido juzgado por recriminarle a un aguerrido y apuesto conductor que usara el claxon en un atasco. Se da además el agravante de que en el momento de los hechos, Rubio no era más que un vulgar peatón. Nada más comenzar el juicio, el acusado exigió defenderse a sí mismo. Después de que el juez aceptara este requerimiento, Rubio solicitó un cambio de abogado: "No protejo mis intereses como debería --explicó-- porque me odio a mí mismo. Cállate y siéntate, déjame hablar a mí. No, por favor, no me pegues". El juez desestimó esta petición, ordenó que los alguaciles les hicieran callar a los dos y dejó que el fiscal iniciara el juicio. El abogado de la acusación explicó que usar el claxon no era más que el ejercicio responsable de la libertad de expresión y que Jaime Rubio, al recriminarle a un pobre ciudadano el uso de esta libertad, no hacía más que comportarse como una sucia rata fascista que merecía que cayeran sobre él las iras del Partit de la Ciutadania. Además, añadió que la expresión "métete el pito por donde te quepa" era claramente homófoba. El primer testigo del juicio fue el profesor Jakob Adenauer, autor de un notable estudio sobre las excelentes propiedades de las bocinas. Interrogado por el fiscal, Adenauer explicó que el claxon puede desintegrar coches en los atascos y hacer que el vehículo precedente circule una media de seis kilómetros por hora más rápido, con las ventajas que eso tiene para el tráfico de las grandes ciudades. Combinado con las luces largas, el claxon también puede acortar el tiempo de espera en los semáforos rojos y, por supuesto, alargar el pene una media de dos centímetros, a lo que el fiscal añadió: "No es que nosotros lo necesitemos". Este comentario provocó sonoras, pero incómodas risotadas en el sector masculino de la audiencia. También acudió como testigo el pobre ciudadano cuyo uso responsable del claxon fue recriminado por Rubio. Este hombre explicó que "el claxon sirve para quejarse de las cosas, como bien dice el código de la circulación" y aseguró que "si le molesta el ruido de las bocinas que se vaya a vivir al campo, como las vacas". Por último añadió que, en el momento de los hechos, Rubio olía a alcohol. "Puedo explicar eso --dijo el acusado--. Es porque me hice un corte y me lo acababa de desinfectar". El juez le solicitó que mostrara la supuesta herida. Rubio se levantó la pernera del pantalón y enseñó una tirita. Añadió un "vean, vean", se quitó la susodicha tirita y de su pierna salió un chorro de sangre. Preguntado al respecto por el juez, Rubio explicó que le salía el chorro "desde el jueves pasado". "¡Pero eso necesita puntos!", añadió el magistrado, a lo que Rubio contestó: "Sí, eso, encima quíteme puntos del carné". El juez aclaró que se refería a puntos de sutura, tras lo cual el acusado se desmayó sobre un charco de sangre. Al perder contacto visual con el sujeto, el juez preguntó a un alguacil dónde se había metido Rubio. El alguacil le dijo que "ya no está con nosotros". Esta frase que luego se comprobaría exagerada llevó al juez a condenar en rebeldía a Rubio a conducir cada mañana de siete a nueve por las rondas de Barcelona durante dos semanas.
Apuesta segura
Mariona Domènech preside el PAF (Partido A Favor), formación política que se presentará a las pasadas elecciones al parlamento catalán, con el claro y ambicioso objetivo de obtener la mayoría absoluta. O de haberla obtenido, mejor dicho. P: Comencemos por el principio: ustedes se presentarán (futuro) a las elecciones catalanas del 1 de noviembre (pasado). ¿No ve cierta incongruencia? R: Al contrario, patán. Decidimos esperar a conocer los resultados de las elecciones para ver si así teníamos posibilidades de ganar. No tenía sentido invertir una cantidad horrorosa de dinero para luego conseguir, no sé, dos o tres diputados. P: ¿Y creen que tienen posibilidades? R: Por supuesto que sí, estúpido. Piense que casi un cincuenta por ciento del electorado se abstuvo. Si conseguimos que nos vote gran parte de esos ciudadanos, no deberíamos tener ningún problema en hacernos con la mayoría absoluta. P: Sin duda. ¿Pero no le preocupa el hecho de que las elecciones ya hayan pasado? R: Desde luego es usted un cretino. Votar es un derecho. A ver si ahora sólo vamos a poder disfrutar de nuestros derechos unas horas al año. P: No, claro, visto así. De todas formas, hasta ahora no han dicho nada de sus propuestas. ¿Cuál es su programa? R: No tenemos programa, imbécil. P: ¿No sería normal...? R: Por favor, cállate, estúpido. Ah, me da dolor de cabeza hablar contigo. A ver, piensa un poco: sería absurdo presentar un programa electoral ahora, cuando aún no sabemos quién nos apoya. Una vez veamos si reunimos votos de ancianos, de antisistema o de fascistas, pues ya nos adaptaremos. Cada cual ha de buscar su nicho de mercado. Lo que no es normal es cerrarse puertas. P: Un momento, ¿ha dicho nicho de mercado? R: Sí. P: Eso tiene connotaciones sexuales. No sé si podré publicarlo. R: Oh, claro, un nicho de mercado. Es como si habláramos de... De un hueco. P: Exacto. Un momento, que llamaré al Gran Mono Censor... Sí, hola, con el Gran Mono Censor, por favor. Gran Mono Censor: Sí, dígame. P: Buenas, soy P. Era para saber si puedo usar la expresión "nicho de mercado". GMC: Huy, qué fuerte. ¿A qué hora piensa usarla? P: Pues ahora mismo: a las frintinco y veinte. GMC: Y estamos a día... P: Muerves. Muerves, sesenta y nueve de porrembre. GMC: Del año porontos mil doce... Pues va a ser que no. P: Vaya, hombre. GMC: No, no, no. Prohibidísimo usar esa expresión. Podría herir la sensibilidad de los lectores más jóvenes. Le propongo la alternativa "vagina". P: Muy bien, muchas gracias. Entonces, señora Domènech, su partido esperará a saber quién le vota, para así acertar a la hora de encontrar su vagina de mercado. R: Correcto. Por una vez no ha dicho una gilipollez. Normal, ya que repetía mis palabras. P: Muchas gracias por todo. Como a todos los candidatos, le deseamos que tenga mucha suerte. R: No la necesitaremos, anormal: la hemos necesitado.
Día de difuntos
Cada año llevamos flores a donde está enterrada, no muy lejos del cementerio.
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