jueves, 10. diciembre 2009
Jaime, 10 de diciembre de 2009, 8:21:19 CET

Joan Laporta: "Estoy soltero y soy importante"


Me encuentro a Joan Laporta en la entrada de la discoteca Sutton, donde está amenazando a los porteros con un “usted no sabe quién soy yo” porque no le dejan entrar con el pin de la Falange que le regaló su ex suegro y que luce orgulloso en la solapa “a modo de simpático recuerdo hacia esa señorita con la que estuve casado”. Consigo convencerle para que me conceda una entrevista en una cafetería cercana, donde explica que también lleva el pin para dejar evidente su interés por la política: “Cuando acabe con esto del Barça, quiero ser el presidente de la Generalitat con algún partido político de estos que hay, y necesito que quede claro mi interés por las cosas estas de las que hablan los políticos”. No puedo evitar manifestar mis dudas acerca de la compatibilidad entre el pin de Falange y sus habituales manifestaciones proindependentistas. “Ah, que… Vale… No es la misma cosa… —Musita—. Es que no domino mucho el tema, todavía. A mí sólo me dijeron que esto del pin también es política y tal, y me dije, bueno, si vas a ser presidente de la Generalitat, pues venga. Además, si da igual lo que me ponga, que yo he ganado cuatro Copas de Europa, marcando goles en todas las finales, a ver si ahora me vas a dar lecciones. Tú. Payaso”. Le confieso que hay un par de cosas que no acabo de entender de sus pretensiones, a lo que contesta abofeteándome, escupiéndome y llamándome enemigo de Cataluña. Cuando me reincorporo y dado que soy un periodista aguerrido e intrépido, no dudo en preguntarle qué tiene que ver dirigir un equipo de fútbol con la política, tras lo cual salto debajo de una silla para ponerme a cubierto de su ira. “Hombre, claro que tiene que ver —se digna a explicar, después de asegurar que gente como yo mató a Lluís Companys—. Para empezar, el Barça es un equipo de Cataluña, así que podemos decir que presido una parte de Cataluña. Eso supone un claro entrenamiento para presidir Cataluña entera. Jordi Pujol mismo sin ir más lejos aprendió mucho de presidir cosas cuando estuvo al frente de su comunidad de vecinos en 1961”.

El resto, en Libro de notas


 
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