Huelga de hambre


Matías Centollo lleva tres semanas en huelga de hambre y su estado de salud comienza a preocupar a los médicos, que creen que el pobre hombre podría quedar con secuelas irreversibles si no pone fin a su protesta. Centollo fue multado hace alrededor de un mes por aparcar encima de un señor de Cuenca. "Y además la grúa se me llevó el coche --explica--. ¡No molestaba a nadie, aparcado sobre ese señor tan bajito!". Centollo se comprometió a ponerse en huelga de hambre, es decir, a no pasar más hambre hasta que le fuera devuelto el importe de la multa y el alcalde le presentara sus disculpas. Así, en un día normal puede comer tranquilamente varias decenas de bollos variados, dos o tres filetes de ternera, la pechuga de algún ave, algún plato de arroz a ser posible con marisco, pasta con todo tipo de salsas y acompañamientos, doradas, atunes, merluzas y otros pescados, dos o tres ensaladas, un total de seis o siete bolas de helado, dos o tres yogures, algún flan y fruta variada, todo ello acompañado con un par de barritas de pan y regado con agua, vino leche y café. El objetivo es evitar que le entre el gusanillo y, con la entrada en actividad del hambre, se vean truncados sus esfuerzos por mantener la huelga. Centollo ha recibido muestras de solidaridad de toda España, solidaridad que se ha mostrado en forma principalmente de repostería variada, que es lo que mejor aguanta los envíos postales. Sin embargo, los dos médicos que controlan su protesta temen por la salud de Centollo Matías, que ha ganado ya más de veinte quilos y cuyas grasas saturadas están más saturadas que nunca. Y no es lo único: suda tanto que sólo se viste con una toalla enorme a modo de túnica y su colesterol ya tiene vida propia y responde al nombre de Juan. Además, el otro día una señora bajita le dio un abrazo solidario y aún están buscando a la pobre mujer. Su abogado confía en llegar pronto a un acuerdo con las autoridades: "Porque si explota --amenaza--, la ciudad quedaría bajo una lluvia de empanadillas y bizcochos a medio digerir. Y luego ¿quién limpia toda esa porquería? ¿Eh? ¿Vas a ser tú, eh? Sí, te hablo a ti, vago repugnante".


 
Menéame Envía esta historia a del.icio.us

Desconocidos


Jessica G. acaba de cumplir diecisiete años y aún no conoce a sus padres. "Son muy tímidos --explica-- y a pesar de que llevamos toda la vida viviendo juntos, aún no se han presentado. Por la correspondencia, creo que se llaman Matías y Mireia, pero no lo puedo asegurar". Al parecer, a su madre nunca le hizo gracia lo de meter a una desconocida en casa. "Yo no veía claro lo del embarazo --explica--. ¿Y si nos sale delincuente o drogadicta? Creo que es mejor mantener las distancias hasta que estemos seguros". De todas formas, Mireia ya ha cobrado cierta confianza: "A la Jessica esta (se llama Jessica, ¿no?) se la ve buena gente. Pero fíate tú de la juventud". Matías no desconfía de su hija, pero siempre ha sido muy cortado con el sexo opuesto. "Lo reconozco --afirma--, a mí las mujeres me intimidan. Y es injusto eso de que siempre seamos nosotros los que demos el primer paso". De todas formas, este hombre asegura estar "reuniendo valor para saludar a Jessica e iniciar una relación padre-hija como la que yo jamás tuve con mi padre. Más que nada porque mi padre también era muy reservado y porque yo no era su hija, sino su hijo. Esto me marcó mucho. Lo de no ser su hija. Porque me definió como persona. Concretamente, como persona de sexo masculino".


 
Menéame Envía esta historia a del.icio.us

Negativo de Primakov


El mundo del deporte vuelve a conmocionarse: el atleta ruso Sergei Primakov no ha dado positivo en ninguno de los controles antidoping a los que se sometió tras su medalla de oro en el campeonato del mundo de lanzamiento de neumático en llamas. "Sin duda se trata de algún error del análisis --ha declarado el atleta en una concurrida rueda de prensa--. Tomé epo, testosterona, anfetaminas, vicodín y clembuterol. Es imposible que los análisis hayan salido limpios: sólo hace falta ver lo lejos que he lanzado las ruedas. ¿Cómo iba a convertirme un as del deporte sin arruinar mi salud?" Como es habitual en estos casos, las miradas se han centrado en su preparador físico: "Yo le puse las inyecciones y le di las tabletas adecuadas --aseguró--. No soy tonto y quiero que Sergei gane: sé lo que tengo que hacer". Sin embargo, no sería el primer caso en el que el entorno de un deportista es responsable de la limpieza de su sangre. Todos recordamos cómo hace dos años el futbolista Gabriel Tacchini despidió a su manager al descubrir que sólo le proporcionaba placebos. "Así se explica que me cansara al correr y que sólo haya marcado tres goles en lo que va de año", declaró. De todas formas, Primakov confía en que el contraanálisis limpie su hasta ahora buen nombre. De lo contrario, la federación podría retirarle el oro conseguido: "La única forma de rebajar décimas de segundo y rebasar distancias ridículas --ha declarado un alto representante de la federación-- es drogándose y muriendo de misteriosos infartos a los cuarenta. No vamos a consentir que se atente contra los principios del deporte profesional".


 
Menéame Envía esta historia a del.icio.us

Discriminación


Una asociación de otorrinolaringólogos ha denunciado la discriminación a la que se ven sometidos a la hora de realizar operaciones a corazón abierto. "¡Los directores de hospital siempre escogen a cardiólogos! ¡Esto es indignante! --ha afirmado el doctor Avellaneda--. ¿Acaso no somos médicos? ¿Acaso no somos iguales ante la ley? ¿Acaso no tenemos derecho a cortar la arteria esta, cómo se llama, la aorta, o eso es una vena, bueno, es igual, y sacar el corazón y tenerlo en la mano haciendo thud-thud, así, latiendo como en Indiana Jones, y luego poner otro de un cerdo o de un señor que murió en un accidente de tráfico porque a él eso de ir a menos de 160 le parecía una mariconada?" Este médico ha anunciado una huelga de ornitorrin... esto... otorrinos para la semana que viene y amenaza con llevar el asunto ante los tribunales. "Es una vergüenza. Si dejan operar a mujeres e incluso a los católicos, ¿por qué no a los otorrinos?"

Actualización: Acabamos de saber que la organización mencionada en el artículo no existe y que Avellaneda ni siquiera es médico. Este sádico estafador se encuentra huido de la justicia, tras haberle extirpado a una señora las amígdalas de forma ilegal y además equivocada: en lugar de cortar las amígdalas de la garganta, se llevó la del cerebro.

Otra actualización: Avellaneda se ha puesto en contacto con la redacción de Der Verfall des Geistes y ha expresado su contrariedad por la "discriminación a la que nos vemos sometidos los no médicos respecto a los médicos. Si yo no pude estudiar medicina es porque nací tonto. ¡No me pueden discriminar por motivos de nacimiento!"

Una más: Avellaneda ha sido arrestado tras esconderse en una comisaría. Fue asediado durante dos horas, manteniendo a varios policías como rehenes. Cuando estos agentes se dieron cuenta de que iban armados, se suicidaron, dejando al falso médico sin ninguna defensa. Después de su detención, Avellaneda ha asegurado que luchará por los derechos de los presos a salir en libertad, "como cualquier otra persona". Asegura que no es justo que un reo se vea encarcelado "sólo por su condición de preso. Exigimos igualdad de trato a todos los ciudadanos, ya sean presos, bajitos o personas de las que se hacen llamar 'normales'".

Y otra: Se confirma que Avellaneda sí que es médico. "Oh, eso lo explica todo", ha afirmado su abogado. El director del hospital en el que trabajaba ha pedido respeto por el colectivo médico: "No se puede juzgar a miles de profesionales por la actitud de uno de sus, bueno, de dos, de unos cuantos... Sí, puede que a veces a todos se nos vaya la pinza... Incluso a la vez, pero eso no es excusa para... A la vez y la mayor parte del tiempo, pero... Sí, que es excusa, sí... Es razón suficiente para asesinarnos a todos, pero... Oh, es igual, me voy a casa".


 
Menéame Envía esta historia a del.icio.us

Cómo acabar de una vez por todas con la sequía


Un anciano con mucho tiempo libre envió hará un par de semanas una carta al director de un diario barcelonés, proponiendo una inteligente solución a la pertinaz, siempre pertinaz, sequía. "Que llenen los pantanos con mangueras", escribió, para pasmo y satisfacción de las personas implicadas en esto del agua. Así pues, las autoridades competentes comenzaron a arrojar mangueras a los casi vacíos pantanos, hasta que el pobre hombre aclaró su propuesta en una nueva y oportuna carta: "Que lleven camiones cisterna llenos de agua hasta los pantanos y que usen una manguera para pasar el agua de los camiones a dichos pantanos. No tiene sentido que en las ciudades uno abra un grifo y tenga agua, y que nadie pueda llenar esos agujeros del campo al no haber tuberías en las zonas más rurales y apartadas. Que estamos en el siglo 21, maldita sea, no podemos estar pendientes de la lluvia como los trogloditas y la gente sin conversación. Hay que llevar la civilización allí donde sea necesaria". En rueda de prensa, el ingeniero jefe responsable del pantano cercano a Viscalesmates frunció el ceño, levantó el dedo índice y dijo: "Eh, un momento, creo que falla algo en esa idea... Pero no sé exactamente qué es... Bah, qué más da, no creo que sea importante". Acto seguido, anunció que se habían contratado varias decenas de camiones cisterna y que se esperaba llenar el pantano "en unos diez días. Más, en caso de que se olviden de llenar los camiones antes de salir para aquí; si ocurriera tal cosa, los camiones vacíos tendrán que hacer como mínimo un viaje adicional, cosa que implicaría un retraso en el proyecto".


 
Menéame Envía esta historia a del.icio.us