Jaime, 5 de septiembre de 2006, 10:16:49 CEST

Desconocidos


Jessica G. acaba de cumplir diecisiete años y aún no conoce a sus padres. "Son muy tímidos --explica-- y a pesar de que llevamos toda la vida viviendo juntos, aún no se han presentado. Por la correspondencia, creo que se llaman Matías y Mireia, pero no lo puedo asegurar". Al parecer, a su madre nunca le hizo gracia lo de meter a una desconocida en casa. "Yo no veía claro lo del embarazo --explica--. ¿Y si nos sale delincuente o drogadicta? Creo que es mejor mantener las distancias hasta que estemos seguros". De todas formas, Mireia ya ha cobrado cierta confianza: "A la Jessica esta (se llama Jessica, ¿no?) se la ve buena gente. Pero fíate tú de la juventud". Matías no desconfía de su hija, pero siempre ha sido muy cortado con el sexo opuesto. "Lo reconozco --afirma--, a mí las mujeres me intimidan. Y es injusto eso de que siempre seamos nosotros los que demos el primer paso". De todas formas, este hombre asegura estar "reuniendo valor para saludar a Jessica e iniciar una relación padre-hija como la que yo jamás tuve con mi padre. Más que nada porque mi padre también era muy reservado y porque yo no era su hija, sino su hijo. Esto me marcó mucho. Lo de no ser su hija. Porque me definió como persona. Concretamente, como persona de sexo masculino".


 
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