Tractatus: el musical


La semana que viene se estrena De lo que no se puede hablar hay que cantar, el musical basado en el Tractatus Logico-Philosophicus, de Ludwig Witggenstein, con música y letra de un tipo que conoció a Leonard Bernstein. Según palabras del director del espectáculo, Juan Sánchez, "el montaje trata de forma rigurosa la concepción del lenguaje del filósofo austriaco, haciendo especial hincapié en las limitaciones de nuestros conceptos e ideas. Y todo con canciones muy bonitas". Sánchez ha contado con María Antonia Ruiz, doctora en filosofía, para afinar con la adaptación al español de la obra: "Las ideas de Wittgenstein quedan muy bien reflejadas --explica la profesora Ruiz--, sobre todo gracias al excelente trabajo de los actores". Lucía Dora está entusiasmada con la obra que protagoniza: "Este papel es un caramelo para los actores, es el personaje con el que soñamos cuando comenzamos nuestras carreras. Imagine: tengo una canción en la que hablo de la diferencia entre las proposiciones absurdas y las insensatas". Su compañero sobre el escenario, Ramón Caldas, subraya la dificultad técnica del montaje: "Enfrentarse a una obra de este tipo supone un reto para todo el equipo: hay música, una orquesta que actúa en directo, situaciones tensas y emotivas que te llevan al límite cada noche. Ahora tengo muchas ganas de comenzar, pero creo que será uno de esos papeles que pueden acabar agotando emocionalmente a un actor. Hay que prepararse muy bien". La obra se estrena este viernes en el teatro Ágora. Sánchez confía en permanecer en cartel "al menos toda la temporada. Nunca se sabe, pero es un espectáculo muy completo, con música, romance, acción. Creo que va a gustar mucho".


 
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Ola


A: Ola, qué tal. B: Es hola, con hache. A: Ah, gracias... Siempre me equiv... ¡Un momento! ¡Ese chiste es de Queneau! B: Que no. A: Pues eso, Queneau. Pero se escribe Queneau. Bueno, el chiste no es exactamente igual, pero el concepto es el mismo. B: Que no es suyo, digo. A: No, claro que no es mío. Es de Queneau. B: Cielos, esto es horrible. A: Sí, a veces me dan ganas de replantearme qué hacemos aquí tú y yo. B: Contando chistes malos en un blog de tercera. A: Chistes por lo general plagiados. B: Yo he interpretado a Hamlet, ¿sabes? A: Yo hice de Lady Macbeth. B: ¿De Lady...? A: Sí, bueno, es una historia muy larga. Bueno, no tanto: me vestí de mujer y me dieron el papel. En todo caso, sólo soy una asexuada A, o sea que da lo mismo. B: Eso sí. JAIME: Eh, eh, eh, ¿qué pasa aquí? A: Nada, que no sabemos muy bien si continuar o no. B: Es que el texto de hoy es bastante malo. Peor incluso de lo habitual. No hay pasión. Ni una mínima crítica soterrada al capitalismo contemporáneo. Se nota que necesitas vacaciones. A: ¿Y qué hay de las motivaciones de mi personaje? ¿Eh? ¿Qué le impulsa a decir ola sin hache, por ejemplo? JAIME: Pues es uno de los diálogos que me han dado fama mundial. Después de los de Platón vienen los míos. Me lo dijo un tipo que conozco, así que será verdad. Y cronológicamente hablando, esa afirmación es irrebatible. Además, el texto tiene salidas muy buenas. B: ¿Salidas muy buenas? ¿Te refieres a cuando le digo si me presta cinco minutos? A: Y yo le digo que sí. B: Y yo contesto que gracias a su generosidad, ahora moriré cinco minutos más tarde. ¿Te refieres a eso cuando hablas de una buena salida? JAIME: (Palmoteándose repetidamente el muslo.) Ji, ji, ji... Ji, ji, ji... Es bueno... Ji, ji, ji... A: ¿Pero de qué te ríes, si lo has escrito tú? Ya sabías cómo acababa. JAIME: Es que lo hacéis con mucha gracia. B: ¿Tú crees? JAIME: Que sí, que sí. Me prestas cinco minutos dice... Pero, claro, es en sentido literal. Y el otro cree que sólo quiere un poco de atención. Muy bueno. Y hay otro momento bastante cachondo también. A: Cuando hablamos de mi mujer. JAIME: Ji, ji, ji... Ése, ése... B: Ay, Dios, es que es insufrible. JAIME: Ji, ji, ji... A: No pienso hacerlo. JAIME: Ji, ji, ji... B: Va, acabemos cuanto antes. A: No! No quiero. Yo he interpretado a Ionescu. B: Ya, yo también jugaba a fútbol. Pero hay que pagar una hipoteca. JAIME: Va, venga, que se alarga. Ji, ji... Se alarga... Se me ocurrido un chiste buenísimo. Con malentendido sexual incluido. Lo voy a apuntar. A: A veces lamento tanto haber vendido mi revólver. B: El asesinato es delito. A: El suicidio, no. B: Venga, dale. Acabemos con esto y vamos a tomarnos unas cervecitas. A: Eso, unas cincuenta cervecitas. B: Cada uno. A: El otro día le comentaba a mi mujer... JAIME: (Intentando contenerse.) Ji, ji, ji... A: El otro día le comentaba a mi mujer que tenía que salir más a menudo. B: ¿Y qué te dijo? A: No la oí, es que está enterrada muy abajo. ¡OH, POR FAVOR! Es tan malo que ni siquiera es de mal gusto. JAIME: (Palmoteándose repetidamente el muslo, cada vez con más violencia.) Ji, ji, ji... Ji, ji, ji... Es bueno... Ji, ji, ji... Porque resulta que está muerta... Pero hablan de ella y con ella como si no. Como si les pudiera contestar. B: Es espantoso. A: No lo soporto. C: Hola. JAIME: Er... Hola.. C: Venía por si hoy tenía alguna línea. JAIME: No, no. Ya te llamaré. C: Bueno... JAIME: Qué poca gracia tiene ese tío. No me gusta nada. A: Es un soso. B: Parece que lea. JAIME: Me sabe mal, porque es buen tío, pero es que es tan malo. A: Horrible. C: Esto... Aún no me he ido. JAIME: Oh, no hablábamos de ti. C: Ah, bueno. JAIME: Y además es tonto. C: Que todavía no me he ido. JAIME: Que no hablamos de ti. C: Ah. JAIME: Se lo cree todo. C va a decir algo. Frunce el ceño más o menos como si estuviera pensando. Al final no dice nada y se marcha.


 
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Soluciones arquitectónicas a problemas contemporáneos


El arquitecto Joan Rufus ha diseñado un edificio tan grande que no cabe en los planos: se ha tenido que diseñar sobre el terreno. De hecho, se ha calculado que una vez construido no se podrá ver de un solo vistazo, ya que cuando uno se aleje lo suficiente como para ver la parte de arriba y de los lados, la curvatura de la Tierra comenzaría a cubrir la parte inferior. El objetivo de esta construcción sería, según palabras de Rufus, "encerrar a todos los imbéciles y luego hacerlo volar por los aires de forma controlada, para que sus estupideces dejen de molestarnos". Entre gritos, patadas y mordiscos, dos agentes de la autoridad encerraron a Joan Rufus en su edificio. Se espera que la dinamita no tarde en llegar.


 
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Acerca de la perniciosa influencia de la literatura


La familia del joven de dieciséis años que mató a su amigo culpa a la literatura del crimen. "Si es que no podía ser bueno tanto leer --asegura la madre del joven asesino-- todo el día ahí en la cama leyendo a Hammett, Chandler, Thompson y otros clásicos de la novela negra. De ahí no podía salir nada bueno. No sé cómo se siguen publicando esos libros". "Y luego esas amistades que tenía --añade el padre--. Estuvo tonteando con una chica que leía a Poe. Eso no es sano". Las asociaciones de editores ya han afirmado que estas denuncias son exageradas y están fuera de lugar. "Sí que es cierto que la lectura puede promover la violencia --explica Ana Sánchez, portavoz del sector--, yo misma le corté la cabeza a uno de mis amantes tras la lectura apresurada de ciertos pasajes del Antiguo Testamento. Pero... Er... Bueno... Ya me he perdido". Los estudios que relacionan literatura y violencia no son concluyentes, pero no se pueden olvidar casos famosos como los crímenes políticos del senador Sampedro, estudioso de Shakespeare que había interpretado a Macbeth en una compañía de teatro aficionado, o la devoción que ha reconocido sentir Michael Jackson por Lolita, de Nabokov. También está reciente en la memoria popular la ola de crímenes sangrientos --y nunca mejor dicho (ja)-- que se cometieron tras publicarse la nueva traducción revisada y ampliada de Drácula, de Bram Stoker. El sociólogo Alfredo Cortés es uno de los enemigos más radicales de los libros y propone un control estricto: "No puede ser --explica-- que los niños lean libros violentos como Crimen y castigo, o con alto contenido sexual, como Don Juan Tenorio. Hay que dejar fuera de su alcance esos libros perniciosos que pueden acabar con la familia, a veces en sentido literal, como es el caso de Edipo rey. Los libros, en especial las novelas, deberían permanecer en bibliotecas cuyo acceso estuviera limitado a los mayores de edad que hubieran pasado las necesarias pruebas psicológicas y que estuvieran inscritos en un censo de lectores". Según Cortés, estos controles reducirían la criminalidad en un porcentaje más que elevado, ya que los ciudadanos dejarían de tener como modelos a los delincuentes y criminales que protagonizan la mayor parte de las novelas, cuentos y obras de teatro. "Piense, piense --dice Cortés--: Mister Hyde, Alex, Aquiles, Hamlet, Pascual Duarte..."


 
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A veces no es tan fácil cuidar la ortografía


Estoy escribiendo con un teclado sin eñes y sin tildes, así que las eñes las escribiré así: "eñes" y aclararé cuándo una palabra lleva tilde, para evitar confusiones ortograficas, con tilde en la primera a. Lamento las molestias, pero queria con tilde en la i explicaros esto y no podia con tilde en la i esperar a tener un teclado en condiciones. El caso es que hace poco un amigo apodado el Araeñea me comentaba que no creia con tilde en la i en los partidos politicos con tilde en la primera i. Eso es absurdo, le conteste, con tilde en la e. Los partidos politicos con tilde en la primera i existen. A lo que el con tilde en la e me pregunto con tilde en la o: ¿Y eso esta con tilde en la a demostrado cientificamente con tilde en la segunda i? Por supuesto y por desgracia, le conteste con tilde en la ultima con tilde en la u e. Cielos, insistio con tilde en la o, yo creia con tilde en la i que eran como los marcianos o los fantasmas. No son una cuestion con tilde en la o de creencias con dos ces, le dige con jota, su existencia es un echo con hache, lo unico con tilde en la u que podemos acer con hache es pensar en como con tilde en la primera o podemos acabar con ellos. Se habre sin hache la interrogacion con tilde en la segunda o, no seria con tilde en la i peor el remedio que la enfermedad se cierra la interrogacion con tilde en la o. Al fin y al cabo, el sistema democratico con tilde en la a se basa en los partidos politicos con tilde en la primera i coma y su desaparicion con tilde en la o podriha con tilde en la i y sin hache intercalada suponer el hascenso sin hache al poder de cualquier dictadorucho punto Pues higual sin hache no te falta razon con tilde en la o punto Como se nota coma haeñeado sin hache coma que lees la prensa hinternazihonal sin ninguna hache y con ce punto y haparte sin hache Pero ay con hache halgo sin hache que tengo que contarte coma me dize con ce punto Consternado coma echo con hache haeñeicos sin hache coma con el peso de los haeñeos encima sin hache coma con lagrimas con tilde en la primera a en los ojos puntos suspensivos Hesto sin hache es hincreible sin hache y con tilde en la segunda i punto Que con tilde en la e le hesta sin hache y con tilde en la a pasando ha sin hache heste sin hache maldito teclado punto No puedo hescrivir sin hache y con be nada punto Hasi sin hache i y griega con tilde en la hi sin hache latina no ene o ai hache a sin hache y griega kyen qu u i e ene hescriva e ese ce erre i be a punto Hesto sin hache es demasiado avsurdo con be coma ya seguire con tilde en la e otro dia con tilde en la i coma cuando consiga un teclado decente punto y ginal con efe Se abre interrogacion con tilde en la o Con efe se cierra la interrogacion con tilde en la o Se abre interrogacion con tilde en la o Que con tilde en la e coeñeo significa heso sin hache se cierra la interrogacion con tilde en la o Se abre interrogacion con tilde en la o Hes sin hache que nos emos con hache buelto con uve todos con de y $ locos sin () se cierra la interrogacion con tilde en la o*

*la o, lo mas con tilde en la a redonda posible con ¬ coma be coma dos erres sin hache y varias con uve ges otro sin hache punto final coma heste sin hache y no ace con hache falta la tilde de berdad con uve y otro punto final con efe y otras sin hache letras mas con tilde en la a


 
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