jueves, 19. abril 2007
Jaime, 19 de abril de 2007, 9:14:38 CEST

Cosas que me dan más bien lo mismo


Cerramos la serie "Cosas que" con una lista de cosas que me resultan indiferentes. -El color azul. -Eso de ahí que está detrás de esa otra cosa. No, lo de al lado. Sí, eso. -Los editoriales de los periódicos. -Federico Jiménez Losantos. -No, es mentira, Losantos me revienta. -Pero la verdad es que no le escucho. -Hombre, es que no estoy para perder el tiempo con tonterías. -Entonces, ¿qué? ¿Ponemos a Losantos o no? -Haz lo que te dé la gana. -Esa respuesta denota indiferencia. Así pues, confirmamos a Losantos en esta lista. -Los pisapapeles. -El arroz. -CSI: NY -Los libros de Milan Kundera. -Los libros de Paul Auster. -¿Por qué mi madre siempre me regala libros de Auster? -Igual debería decirle algo. -Al menos son cortos. -Franz Ferdinand. -Los informativos de televisión. -La información meteorológica. -Elvis. A no ser que esté vivo. -Los Oscar. -Eso del copyleft y las licencias creative commons. -Las plantas. -Las ensaladas. -Las películas de Almodóvar. -La gente que me mira mal porque no reciclo. -El vino. No hay para tanto. Sólo es otra bebida. La coca-cola está mucho más rica. Creo que el esfuerzo de estos tres días ha merecido la pena. Si algún desaprensivo vuelve a enviarme un meme de esos, sólo tendré que remitirle a los tres últimos textos.


 
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miércoles, 18. abril 2007
Jaime, 18 de abril de 2007, 9:03:01 CEST

Cosas que me gustan


Para compensar la ira desbocada que he soltado en el texto anterior, voy a escribir una lista de cosas que me gustan: -Pasear descalzo por la playa. -Las tardes lluviosas de domingo. -La delicada fragilidad de las alas de una mariposa. -El olor a pan por las mañanas. -El olor a napalm por las mañanas. -Los cachorritos. -Ver a un gatito blanco jugar con un ovillo de lana a ser posible azul, por aquello del contraste. -Los bebés muertos. -Ah, sí, los bebés vivos también. Cuestan más de masticar, pero son más sabrosos. -El sabor de la sangre por las tardes. -Mi medicación. -La de mi compañero de celda. -La del novio de mi compañero de celda. -Los discos de Mocedades. -La palabra "mocedad". -Usar la palabra "mocedad" en alguna frase, tipo: "Allí estaba yo, en la cima de mi mocedad, oliendo a napalm y preguntándome cuándo iba a poder ahogar a ese gatito que jugaba con el ovillo". -Ahogar gatitos. -Vender gatitos muertos asegurando que están durmiendo. -Darle a todos los botones en los ascensores con memoria justo antes de salir. -Una chimenea y un buen libro bien gordote. Junto con una cerilla, las tres cosas que hacen falta para un agradable fueguecito. Lo mejor para una de esas lluviosas tardes de domingo en las que la gente tiene accidentes de coche volviendo del apartamento. -Hablar sobre todo y sobre nada. -Llevarle la contraria a la persona con la que hablo sobre todo y sobre nada. -Gritar e insultar a la persona con la que hablo sobre todo y sobre nada. -Iniciar un rumor horrible sobre la persona con la que ya no me hablo. -La magia del teatro. -Hablar por el móvil en el teatro. -Hacer callar a los actores porque no me estoy enterando de nada. -Tirar globos de agua desde el balcón, apuntando a los carritos de la compra. -Enviar amenazas de muerte a los actores (o lo que sean) de Friends.


 
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martes, 17. abril 2007
Jaime, 17 de abril de 2007, 10:29:07 CEST

Cosas que no me gustan


Otis, de quien yo tenía un buen concepto, me ha pasado un meme. Un meme consiste en responder a alguna pregunta tontorrona y, aquí viene lo malo, endosarle el muerto a personas inocentes que deberán responder a esas preguntas so pena de excomunión y de que a uno le miren feo y le llamen soso. El caso es que el meme este va sobre cosas que a uno no le gustan, así que me puse a anotar unas cuantas para luego hacer una selección. En principio, libros, anuncios, películas, músicos y personas. Tuve que esforzarme mucho, porque yo soy un tipo muy agradable a quien las cosas en general le gustan mucho, pero el caso es que cogí carrerilla, me puse primero a refunfuñar en voz baja, luego en voz alta y finalmente salí a la calle a insultar a gritos a la gente. Cuando uno insulta a la gente, es importante insultar a gente más bajita y más enclenque que tú, porque si no, puedes acabar en el hospital. Dado que me duele mucho todo, adjunto las respuestas (casi todas) al meme. No tengo ganas de ordenarlas. Le paso el meme a los siete primeros que lo lean. Titanic, aunque hay que reconocer no está mal como documental sobre un barco feo que si no se hubiera hundido tendríamos que haberlo quemado, a ser posible con James Cameron dentro. Cualquier cosa que haya salido de Operación Triunfo, la Oreja de Van Gogh, Amaral, El Canto del Loco, los Planetas, Laura Pausini, Divo, el pesado de Bunbury. Los anuncios de cosas de comer con omega 3 que no son pescado. Por cierto, el ácido graso omega 3, aparte de ser sanísimo, es lo que da olor al pescado. ¿Qué coño le echan algunos a la leche? El jardín de los frailes, de Manuel Azaña. Ciento setenta páginas de un tipo que me cae más o menos bien, pero que escribía tan mal que no me extraña que acabara de político. Algunas frases de las primeras veintisiete páginas del libro (no llegué a más): "quien posea menos humanidad que espíritu crítico, fallará adversamente si el primer encuentro de un mozo con lo grave y lo serio de la vida se diluye en frívolos devaneos de colegio"; "ignoro si llevaría alguno en el coleto el mismo fárrago de lecturas desordenadas que perturbó los albores de mi adolescencia"; "en el aula hostil, la luz cenizosa de noviembre pesaba en los párpados". Los anuncios de Coronado. No me parece buena idea anunciar comida asociándola al cagar. Sí, las dos cosas van juntas, son como la vida y la muerte, dos caras de la misma moneda, dos extremos de un mismo proceso. Pero me sigue pareciendo muy mala idea. Cualquier político, cualquier "deportista", los militares en general, los periodistas con carné del partido, Carmen Martínez Bordiú. El pesado de Sabina, el presidente de Endesa, Coti, Dover, Revólver, Mecano, Friends, el color marrón, El principito, Santi Acosta, Álex Ubago, el Orozco, las listas, el pesado de Jacques Brel (sí, ¿qué pasa?), el pesado de Manolo García, el pesado de Alejandro Sanz, Luis Cobos (¿por qué no está en la cárcel?), Coldplay, Juan Manuel de Prada, Roxette, Keane (que son como Coldplay, pero en cutre), Bjork y, por supuesto, Kenny G y Michael Bolton, dos tipos a los que incomprensiblemente nadie ha asesinado. Juan Carlos I y su familia, Fanny y Alexander, las corbatas, Napoleón (¿cuál es su personaje histórico preferido? A ver, deje que piense en dictadores sanguinarios...), cualquier cosa que haya escrito Joan Barril, casi todos los musicales, los artistas de lo que sea que dicen que "trabajan mucho" (¿a quién pretenden engañar?), El diario de Bridget Jones, las charlas de ascensor, Steve Jobs, Pedro Ruiz, los tomates, el olor de los hospitales y repito Friends, por si alguien no se ha enterado de que me parece una serie aburrida, tonta y sin gracia, que apenas distingo de Sensación de vivir, madrugar, mi trabajo, tu trabajo, el trabajo en general, Ángela Portero, Rosana, los cantantes que gritan mucho tipo Whitney Houston, creyendo que eso significa cantar bien porque así demuestras que tienes un superchorro de voz de la muerte, Friends, la música de Friends, los fans de Friends, los actores de Friends, Joey, los decorados de Friends y los guiones de Friends, suponiendo que exista tal cosa.


 
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lunes, 16. abril 2007
Jaime, 16 de abril de 2007, 12:29:16 CEST

Un ficus


A: Buenos días. B: Buenos días, tome asiento. A: Oh, gracias... Er... No hay ninguna silla. B: Claro que hay una silla. ¿Acaso estoy sentado sobre una planta? A: Quiero decir que no hay ninguna silla libre. B: Es igual, tome asiento. A: ¿Dónde? El traje es nuevo y no me gustaría mancharlo sentándome en el suelo. B: Allí hay una maceta. (Silencio incómodo.) A: Es igual, ya me quedo de pie. B: He dicho que allí hay una maceta. A: Sí, claro... (Se dirige a la maceta y se sienta en el borde.) B: Cuidado con el ficus, es un regalo. A: Oh, muy bonito, sí, muy bonito. ¿De su mujer? B: ¿Qué quiere decir con eso? A: No, nada, sólo pregunto si es un regalo de su mujer. B: ¿Pero acaso conoce a mi mujer? A: No, sólo que... Quiero decir... B: Es un regalo mío. Para usted. ¿Por qué pensaba que mi mujer le había regalado a usted una planta? ¿Qué clase de juego se traen los dos, haciéndose regalos el uno al otro usándome como mensajero? ¡Eso es muy cruel! Ah, cielos, ahora entiendo por qué hace semanas que noto como una pesadez en la cabeza... A: No, oiga, se confunde, yo no conozco a su mujer. B: ¿No? A: No, de nada. B: Ah, maldita... Hace regalos a hombres que no conoce con la única intención de ponerme celoso. Mujeres... A: Sí, no podemos vivir con ellas, pero tampoco sin ellas. B: ¿Sin ellas? ¿Cómo podríamos vivir sin ellas? ¿O sin ellos? Hacen falta un hombre y una mujer para tener niños. ¿Qué tonterías está diciendo? ¿No será usted un elefante? ¿O un comunista? Odio a los elefantes: son unos anarquistas, unos terroristas y unos antisistema. Siempre que se escapan de un circo corren enloquecidos por las calles aplastando a niños y a coches, y poniendo en peligro el estado de derecho. A: No, no soy un elefante. Mi frase era en sentido figurado. Por aquello de las complicaciones de pareja. B: Sin ellas... Esa frase es ridícula. ¡Retírela ahora mismo! A: Cómo no, retirada. B: Cuidado con el ficus, que está rompiendo las hojas. ¿Así es como trata mis regalos, desagradecido de mierda? Maldito elefante. Le odio tanto que le voy a mirar mal. Fíjese en cómo le miro, arrugando los ojos y afinando los labios, mostrándole toda la crueldad de la que soy capaz. No volverá a aplastarme el coche, maldito. A: Perdón, perdón. Por lo de la planta, que yo no he tocado su coche. B: Eso dicen todos. Y bien, ¿qué quería? A: No, nada, que éste es mi despacho. Venía a echarle. B: ¿Su despacho? A: Sí, sí, yo trabajo aquí. B: Claro, por eso en la agenda está su nombre y no el mío. A: Eso es. B: Y todos los correos electrónicos van dirigidos a su nombre y no al mío. A: Correcto. B: Y por eso no sé qué hago aquí. A: Exacto. B: Y eso explicaría que sólo hubiera una silla y dos personas. A: Cierto. Si me disculpa, tengo que acabar el mismo informe que me pide el director cada dos meses y que nunca se lee. B: Vaya, ¿y cuál es mi despacho? A: No lo sé. De hecho, creo que usted no trabaja aquí. Es la primera vez que le veo. B: ¿Seguro? A lo mejor soy un compañero suyo. O su jefe. A: No lo creo. B: ¿Por qué no? ¿En qué se basa? A: En que mi jefe es una mujer. B: Ese comentario es odiosamente sexista. Haga el favor de retirarlo o me quedaré con el ficus. A: No era mi intención ofender a nadie. Lo retiro, mi jefe es un hombre. B: ¿Lo ve? Yo podría ser su jefe. A: Es posible. Pero el caso es que hemos llegado a una situación complicada: no sabemos cómo seguir y este texto ya es muy largo y muy tonto. B: Sí, será mejor dejarlo aquí. A: Yo incluso borraría las cuatro o cinco últimas líneas. B: Quizás no sea mala idea. Para acortar un poco. A: Lo bueno si breve... B: Y lo malo, no le digo. A: Pues sí. B: Mejor ya lo dejamos. A: Punto y final. B: Exacto. Sería un error alargar el texto innecesariamente. A: Sólo conseguiríamos aburrir al público. B: Si al menos hubiera alguna sorpresa final, tipo "A está muerto". A: Pero no lo estoy. B: Yo tampoco, que conste. A: Pues nada. B: Pues eso. A: ¿Qué hora es? B: Las doce y veinte. A: Gracias. B: Bueno... A: Majo el ficus. B: Me alegro de que le guste. A: Las plantas alegran mucho. B: Excepto las hiedras asesinas. A: Claro. Esas no alegran nada. B: A los herederos, sí. A: Je, je, cierto. B: Una vez tuve una hiedra asesina. A: Entonces, usted... B: ¡No! A: ¡Sí! B: ¡No! A: ¡Sí! B: ¡No! A: ¡Sí! B: ¡No! A: ¡Sí! B: ¡No! A: ¡Que sí! Usted está... B: ¡Muerto! A: Ah, horror. B: Ya decía yo que el corazón me latía muy poco para estar vivo. A: Pues mire: al final ha habido sorpresa final. B: Malditas hiedras asesinas. Malditos elefantes. Yo os maldigo a todos. A: Rencoroso...


 
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jueves, 29. marzo 2007
Jaime, 29 de marzo de 2007, 15:44:05 CEST

Limpia, fija y da esplendor


A iniciativa del BNG, el Congreso de los Diputados solicitará a la Real Academia Española que revise la definición de "gallego" que figura en su diccionario, ya que incluye las acepciones de "tonto" y "tartamudo". Según un diputado de este partido más gallego que nunca, esta definición tendría que ser revisada "en nombre del rigor y del buen gusto". Asimismo, en nombre del rigor y del buen gusto, la Asociación de Amantes del Cerdo ha pedido a la RAE que se revisen las definiciones de las siguientes palabras: chorizo ("persona tonta, boba"), gorrino ("hombre desaseado o de mal comportamiento en su trato social") y, por supuesto, puerco y cerdo ("hombre sucio", "hombre grosero" y "hombre ruin"). Según la AAC, es indignante que un animal tan español como el cerdo y que proporciona productos excelentes y que tienen fama en todo el mundo, como el jamón de bellota o el mismo chorizo, tenga que soportar que haya quien use su nombre como un insulto, rebajando su indudable dignidad y poniendo en cuestión su más que probada excelencia. "Por culpa de este trato cruel--asegura el presidente de la asociación-- muchos animales se han deprimido, dándonos una carne menos sabrosa que si hubieran sido cuidados y degollados en las condiciones de respeto apropiadas". La asociación se ha puesto en contacto con Amigos de los Burros, Amantes de los Cabrones y Abundio No Es Tan Tonto, con el ánimo de unir fuerzas en una iniciativa que serviría para eliminar las acepciones que no les gustan, con independencia de que se utilicen o no. "Al fin y al cabo, hay mucho ignorante suelto y no vamos a hacer caso de todo lo que dice la gente", insiste el presidente de la AAC. Otras organizaciones, como Personas Por una Lengua Limpia, ya han asegurado que les parece magnífico cualquier proyecto que vaya encaminado a procurar que en el diccionario no haya tacos, ni palabras malsonantes, ni términos que hagan referencia a los aparatos reproductores. En la misma línea y en un comunicado hecho público hoy mismo, un señor de Cuenca que no sabemos quién es ha asegurado que le saca de quicio que le llamen imbécil en tono peyorativo: "Yo no tengo la culpa de ser imbécil. Nací así. Lo menos que podría hacer la gente es tratarme con respeto y usar la palabra con cariño. Tanto mi madre como yo exigimos que la RAE redefina el término 'imbécil' como 'persona que por desgracia es gilipollas, pero no se metan con él, que es de nacimiento y eso es una pena y no está bien burlarse y, oigan, que yo soy diputado'".


 
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