febrero 2010 | ||||||
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José Ignacio de Juana Chaos: "Yo también tengo derecho a reinsertarme y ser un Pío Moa de la vida"
“Como comprenderás, no sólo de heroísmo vive el hombre, sino también de pan. A pesar de que intenté demostrar lo contrario durante mi huelga de hambre”, explica José Ignacio de Juana Chaos mientras vuelvo a asegurarme de que mi billetera sigue en el bolsillo de la chaqueta. Nachete explica que es cierto que ahora lo que quiere es ser taxista. Después de una vida dedicada a luchar por el País Vasco matando gente escondido y desde lejos ha llegado el momento de relajarme al volante y poner la Cope”. ¿La Cope? “Hombre, si nos vamos a hacer taxistas, habrá que hacerse taxistas de verdad. A escuchar la Cope y a quejarse del gobierno y de los catalanes, como tiene que ser. Eso sí, en Belfast”. Al parecer, su intención es trabajar para una compañía norirlandesa que cree firmemente en la reinserción: ahí trabajan quince ex terroristas y la mujer de De Juana. Pero aún no le dejan. “Dicen que tienen que pasar al menos tres años desde que haya salido de la cárcel. Me parece injusto. ¿Por qué tres años y no tres meses? Si recuperé el peso con tres bocatas. Es más, como no me dejen conducir un taxi, agarro y me deprimo. Y yo cuando me deprimo no como nada. ¡Y NO RESPIRO!” De Juana coge aire, cruza los brazos y frunce el ceño. Le pongo el dedo debajo de la nariz. Es cierto: no está respirando.
El resto, en Libro de Notas.