octubre 2009 | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|
dom. | lun. | mar. | mié. | jue. | vie. | sáb. |
1 | 2 | 3 | ||||
4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 |
11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 | 17 |
18 | 19 | 20 | 21 | 22 | 23 | 24 |
25 | 26 | 27 | 28 | 29 | 30 | 31 |
septiembre | noviembre |
Alejandro Agag: "¡Me sobornaron para que me dejara sobornar!"
La verdad es que no he seguido esto del caso Gürtel como hubiera debido. Es cierto que gané dos Pullitzer y un Oscar por desentrañar complejas tramas de corrupción política, como el Watergate, los GAL y el vídeo de Pedro Jota, pero este humilde reportero que soy yo hablando en tercera persona, estaba ya cansado de intrigas y amenazas. Sin embargo, he de confesar que me llamó la atención ver cómo el propio yerno de Aznar (no lo olvidemos: el mejor presidente que ha tenido España entre 1996 y 2004) aparecía como posible implicado en la trama de sobornos. ¿Era posible que el propio hijo político (en varios sentidos) de Ánsar estuviera implicado? ¿Era imaginable que alguno de los vestidos que tan bien le sientan a la madre de los nietos de Mr. Trabajandoenellou hubieran sido pagados por el Bigotes, y me refiero al otro Bigotes, al que no fue presidente del gobierno? La cosa me irritaba especialmente porque Agag es amigo de mi amigo Briatore. Sólo faltaba que el pobre hombre tuviera que soportar sospechas de connivencia con un corrupto. Como si no tuviera suficiente con el paro. Dispuesto a esclarecer estas dudas, decidí dar con Alejandro Agag utilizando mi red de contactos. Es decir, puse un anuncio clasificado en La Vanguardia, rogando al señor Agag que se pusiera en contacto conmigo para desmentir o confirmar ciertos rumores referentes a su persona y a Briatore.
El resto, en Libro de notas