octubre 2006 | ||||||
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Las advertencias de la abuela
Alfredo Sostres es probablemente la única persona en quien se han ido cumpliendo las amenazas de su abuela. "Todo empezó de niño. Corría con los cordones desatados, mi abuela gritó '¡que te vas a tropezar!' y, en efecto, caí rodando. Me rompí la pierna por tres sitios". Así, a lo largo de los años, Sostres ha sufrido varias indigestiones por beber un vaso de leche y otro de zumo demasiado seguidos, le han tenido que rescatar en la playa en dos ocasiones, al darle un corte de digestión por bañarse sin haber esperado las preceptivas dos horas después del bocadillo, y siempre que ha tenido que acudir a urgencias lo ha hecho con la ropa interior sucia. "Mi abuela murió hace un par de años --explica--, y me alegré porque creía que todo eso iba a acabar. Es horrible estar haciendo cualquier cosa y oír esa voz en el cerebro, aunque ella no esté presente, advirtiéndome, por ejemplo, de que si no echo la siesta, tendré migraña. Porque luego ocurre. Es... paralizante... Me siento bloqueado... Cualquier cosa supone un peligro... ¿Sabe que tuve que regalar mi walkman porque me estaba quedando sordo? Sólo lo usé dos veces y desde entonces llevo audífono". De todas formas, su muerte no acabó con las profecías: "Al revés, su pérdida me infundió un exceso de confianza que pagué muy caro: al no tener presentes sus palabras y creer que mi vida sería normal, perdí un ojo por culpa de un paraguas ajeno al que no prestaba atención". Así, aún tiene que regresar a casa antes de que anochezca, si no quiere que le atraquen los drogadictos, y se siente débil y apagado si no almuerza al menos un buen cocido, acompañado de su media barra de pan y sus dos piezas de fruta de postre. "Pero lo curioso es que si me tomo aunque sea un caramelito una hora antes de las comidas --explica--, se me pasa el hambre. Y si tomo un café más tarde de las siete, ya no pego ojo en toda la noche. Y tengo que dormir con manta incluso en agosto porque si no, me resfrío. Y la semana que viene me hacen un escáner... Tengo dolores de cabeza muy fuertes... Ya me dijo que eso de usar tanto el móvil no podía ser bueno..."