lunes, 4. julio 2005
Jaime, 4 de julio de 2005, 9:47:33 CEST

El famoso 15 por ciento


Hans Adenauer publica en Nature of Science un interesante artículo acerca del origen de ese mito que dice que sólo usamos el 15 por ciento de nuestro cerebro: “En realidad, la frase es mía, aunque la cifra no es exacta”. Al parecer, Adenauer demostró en unos estudios realizados durante los años setenta y ochenta que la única parte útil del cerebro es la amígdala, una pequeña glándula con forma de almendra. "El resto --explica--, la famosa materia gris, a efectos prácticos no es más que un tumor. Un tumor benigno, pero innecesario". Al parecer, Adenauer descubrió además que el mayor peligro para el funcionamiento correcto de la amígdala era el recalentamiento. "Para evitarlo, ideé una cobertura de un material parecido a la gomaespuma, que sustituiría a la materia gris". Las pruebas con ratones resultaron muy positivas: después de vaciarles el cráneo y dejarles sólo la amígdala y esta cobertura, recorrían los laberintos del laboratorio en la mitad de tiempo. Con los conejos y los perros la cosa también fue muy bien. Adenauer explica que el único problema lo encontró con un elefante, "pero sólo porque un paquidermo con dolor de cabeza es más peligroso de lo que uno pueda pensar a priori". El doctor alemán no oculta que realizó experimentos con humanos. "Muy satisfactorios, a pesar de las inevitables muertes y minusvalías. Recuerdo un caso con especial cariño. Se trataba de un hombre ya no joven, pero con problemas de alcohol y drogas. No conseguía centrarse, a pesar de que aseguraba intentarlo. Su padre y su esposa me lo enviaron a la consulta. Después de hacerle las pruebas pertinentes vi que se trataba de un caso clarísimo de recalentamiento de la amígdala y era por tanto un sujeto que se vería muy beneficiado si se le retirara la materia gris para sustituirla por la refrigerante cobertura de gomaespuma. El sujeto accedió y, tras la operación, su vida experimentó un cambio más que positivo. Baste decir que actualmente es presidente de Estados Unidos gracias a su ligero y ágil cerebro, es decir, gracias a su refrigerada amígdala". Sin embargo, la universidad le retiró la beca después de evaluar los resultados de sus experimentos: "No vieron con buenos ojos lo del elefante, ya que destrozó el laboratorio, algunas aulas y la mediateca. Es cierto que debería haber imaginado lo del dolor de cabeza. De todas formas, espero que la situación se aclare definitivamente en unos pocos meses y pueda seguir con mis estudios en este terreno".


 
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