enero 2005 | ||||||
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diciembre | febrero |
Hablando del tiempo
Al parecer, la información meteorológica es de las cosas que más audiencia tiene en televisión. Y eso a pesar de que los hombres (y mujeres) del tiempo se pasan la mayor parte del ídem hablando del tiempo que hace en ese momento y no del que hará, que es lo que uno diría que interesa al espectador. En todo caso, se trata de una sección en la que es difícil innovar. Un tipo con un croma a sus espaldas va señalando un mapa que en realidad no ve. Y gracias. En algunas televisiones, por aquello de hacerlo más creíble, sacan al hombre del tiempo a la calle. La cosa tiene un divertido punto de castigo: ¿no decías que no iba a llover? Pues ahora te jodes. De todas formas, lo que realmente haría que esta sección fuera más creíble y cercana sería retransmitirla desde un ascensor. Y nada de monólogos: diálogos. --Parece que va a llover, ¿eh? --Pues sí. Es que se acerca una borrasca que viene del centro de Europa. --Ah, por eso han bajado las temperaturas. Y más que lo harán a lo largo de la semana. --Exacto, mañana por la mañana no se llegará a los cinco grados en Barcelona. ¿A qué piso va? Otras secciones podrían hacer algo parecido. Por ejemplo, las tertulias deberían emitirse desde bares y no desde platós. Dependiendo de la hora, con cortados, cervezas, tapitas o directamente cubatas. Y hablando con la boca llena, de pura indignación. Más: los deportes --o sea, el fútbol. Habría que adoptar la típica y tópica figura del seguidor de información y espectáculos deportivos --o sea, del fútbol. Cuando el presentador del informativo dé paso al compañero de deportes --o sea, de fútbol--, que se vea a un tipo en chándal, con un bol de palomitas apoyado contra el barrigón y un par de latas de cerveza bien cerca, una abierta y la otra vacía. Y nada de simular imparcialidad. Que lleve puesta la camiseta de su equipo y celebre las victorias con un "oé, oé, oé". Sin vergüenza ninguna; vamos, como sus compañeros de la sección de política --o sea, de partidos.