martes, 9. marzo 2004
Jaime, 9 de marzo de 2004, 12:45:14 CET

Arrepentíos, votantes


Parece mentira que después de ocho años triunfales aún haya insensatos equidistantes y amigos de Husein que no vayan a votar al Partido Popular. Pero qué le vamos a hacer: como todo el mundo sabe, el problema de las elecciones es que a veces los votantes se equivocan. Cosa que ocurrirá a pesar de las advertencias de José Manuel Molina, el presidente en Castilla-La Mancha de este gran partido, el de Aznar, que debería ser el único. Y no por imposición castrista, sino por sentido común. Molina afirmó en un mitin que "no hay que olvidar que Hitler también ganó unas elecciones y luego hizo lo que hizo". Es decir, Zapatero es un nuevo Adolf, como mínimo y sin exagerar. Yo comprendo que muchos se mosqueen cuando algunos comparan a Aznar con Franco, a pesar de que Ana Botella sí que es un evidentísimo cruce entre Evita Perón y Carmen Polo. Pero contraatacar de esta forma me parece excesivo. En todo caso, está claro que las referencias a la Guerra Civil se les han quedado pequeñas a todos y ya conviene usar la Segunda Guerra Mundial para que el impacto de las declaraciones quede asegurado. El problema es que lo de nazi también se gastará pronto y habrá que ir buscando un -ehem- argumento más contundente para las próximas elecciones generales. Estas comparaciones sólo podrán superarse recurriendo a la advertencia de que si nos gobiernan los socialistas (o los populares, según el caso) se acabará el mundo. Sí, sí, el apocalipsis. Si votáis a Rajoy, el sol se volverá negro y la luna, roja de sangre; si votáis a ZP, el cielo se apartará como pergamino enrollado y una plaga de langostas asolará nuestra España. Y eso por no hablar del juego que darían los famosos jinetes: Rajoy, Rato, Acebes y, cómo no, Aznar; Zapatero, Caldera, Blanco y nuestra amada Chacón. Por ejemplo.


 
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