Jaime, 10 de febrero de 2004, 22:33:42 CET

Otro informe


Escucho por la radio que unos cincuentones, entre los que se encuentra Emili Prado, acaban de publicar el enésimo informe acerca de lo malamente que está la juventud, hay que ver, como si eso no se llevara diciendo desde que el primer anciano se dio cuenta de que por ahí correteaba un veinteañero haciendo lo que él ya no se acordaba que también había hecho. El caso es que en este informe se viene a explicar que los jóvenes -y, al parecer, sólo los jóvenes- están tan afectados por la telebasura que hacen juicios de valor chabacanos como los de Crónicas marcianas y tienen ganas de ir a programas de testimonios a explicar sus experiencias. Cosa que supone admitir que los medios afectan directamente, sin filtros, a un segmento determinado de la población (según este trabajo, el que está entre los 14 y los 24 años, con lo que me libro por los pelos). Y eso a pesar de que la clase y el alcance de los efectos de los medios de comunicación no están ni mucho menos claros, a pesar de la cantidad de estudios que se han hecho al respecto en los últimos cincuenta años. Por otro lado, qué suerte tuvo la generación de los autores, que nacieron tres décadas antes que los jóvenes de hoy en día y pudieron debatir acerca de La República de Platón o sobre las antinomias kantianas, con Bach de fondo y bebiendo café keniata. No como nosotros, que no hacemos más que discutir sobre Gran Hermano y enviar cartas al Diario de Patricia para que nos dejen explicar que el gato es nuestro y nos lo follamos cuando queremos. En fin, que los jóvenes de antes sí que eran jóvenes, y no como lo de ahora, que están mal hechos. Vaya, al menos eso parece cuando uno escucha ciertas quejas sobre la degradación cultural de nuestra sociedad, como si los obreros de las fábricas del XIX hubieran ido leyendo a Homero en el tranvía. Sin embargo, me llama la atención las pocas veces que se tiene en cuenta que los cincuentones esos que tanto hablan son justamente los que gobiernan, los que dirigen esos canales de televisión que tanto nos embrutecen y, diantres, los que nos han criado. A ver si va a ser verdad que somos unos deshechos humanos y a ver si además ellos van a tener buena parte de culpa.


 
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