noviembre 2024 | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|
dom. | lun. | mar. | mié. | jue. | vie. | sáb. |
1 | 2 | |||||
3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 |
10 | 11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 |
17 | 18 | 19 | 20 | 21 | 22 | 23 |
24 | 25 | 26 | 27 | 28 | 29 | 30 |
abril |
Uno tiene calor
Todavía faltan un par de semanas para comenzar las vacaciones, pero uno ya está con el piloto automático, pensando más en irse que en que todavía está aquí. Y eso que en en el trabajo hay aire acondicionado. Pero no es suficiente, claro, como tampoco sirve de mucho escaparse unas horitas a la playa los fines de semana. Porque a uno la playa tampoco le gusta mucho, y además pasa demasiado calor en el coche, que ya es viejo y lo más parecido que tiene al aire acondicionado es la manivela de la ventanilla. Nada, que hay que aguantar unos días más el calor, sin moverse mucho y con muchos helados, consolándose con la idea de que dentro de poco uno ya estará tumbado por ahí en la costa, o sentado en un avión que le llevará al hotel de una ciudad algo más fresquita. El plan no es malo, aunque, si de vacaciones se trata, uno prefiera las de Navidad, cuando se suda menos y se duerme mejor. El caso es que a estas alturas uno ya no está en condiciones; lo que tendría que hacer es irse ya, largarse y volver, quizás, cuando el calor no abofetee ni estrangule. Pero a ver quien se lo explica los jefes, que creen que por el hecho de pagar lo mismo que en febrero, uno ha de rendir igual. Y no es plan, hombre, que uno no tiene ni fuerzas ni ganas. Lo único que tiene es calor.