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abril |
Excusas de mal soñador
Imagino que a todos nos ha pasado más de una vez eso de perdernos en ensoñaciones, para inmediatamente después recriminarnos a nosotros mismos el haber malgastado el tiempo fantaseando, cuando deberíamos habernos puesto a trabajar para que esos sueños llegaran a ser reales. Es decir, nos sentimos culpables por derrochar el tiempo disfrutando de lo que aún no hemos conseguido. Pero, claro, si sólo trabajáramos y no soñáramos, no sabríamos por qué y para qué esforzarnos. Es decir, necesitamos, antes de nada, perdernos en fantasías. Al menos, eso es lo que explica Samuel Johnson en uno de sus Ensayos, en el que asegura que "the natural flights of the human mind are not from pleasure to pleasure, but from hope to hope". Claro que igual lo que le pasaba tanto a Johnson como a nosotros es que somos unos vagos y necesitamos excusas para no sentirnos mal. La diferencia es que el inglés era un genio y consiguió lo que se propuso, mientras que el resto no podemos hacer más que soñar con enormes truchas, tumbados a la orilla del río. Y ni siquiera tenemos caña de pescar.