Jaime, 28 de abril de 2003, 21:37:06 CEST

Vegeburgo y Butifarrona


Peta es el divertido nombre de una asociación defensora de los derechos de los animales, que no hace gran cosa aparte de llamar la atención. Por ejemplo, sugiere sin asomo de rubor que la culpa de la epidemia de neumonía atípica la tiene que comamos carne. Su última broma (porque tiene que ser una broma) ha sido la de ofrecer 10.000 euros a Hamburgo si cambia su nombre por el de Veggieburg, para que deje de asociarse la ciudad al trozo de carne. Y es que, según el artículo antes enlazado, aunque Hamburgo significa fortaleza (burg) de la bahía (ham), se considera que un bocadillo de ternera que disfrutaban los marineros de la ciudad es el antepasado gastronómico de la hamburguesa, término que comenzó a usarse en un restaurante neoyorquino a partir de 1834. De todas formas, no veo qué tiene de malo asociar un plato de carne a una ciudad, y no entiendo por qué los vegetarianos se empeñan en intentar hacernos creer que matar una vaca para comérsela es malo, mientras que hacer lo propio con una col es admisible. La única diferencia es que la col no grita ni sangra, cosa práctica a la hora de acallar ciertas conciencias. Aunque mejor no dar ideas, porque igual acaban queriendo obligarnos a lamer sal, como parodia Chesterton en El Napoleón de Notting Hill. A lo que iba. El caso es que en Hamburgo se han tomado la tontería a broma. Y más por ese ridículo precio, imagino. Pero si aceptaran cambiar su nombre, cosa que no ocurrirá, lo primero que haré será sugerir al Ayuntamiento de Barcelona que también rebautice esta ciudad. Como medida de protesta. No puedo ofrecer dinero, desde luego, pero aun así me gustaría que pasara a llamarse, por ejemplo, Chuletona. Aunque eso sería más propio del País Vasco. Butifarrona sería más nuestro. O incluso se podría aprovechar el significado de la primera sílaba del nombre actual, ese bar, y optar por Asadorcelona, un nombre que mantendría cierta relación con el original, además de ser más sabroso y cárnico. En fin, voy a cenar un poco, que me ha entrado hambre.


 
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