noviembre 2024 | ||||||
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abril |
Cacerolas
Tenía pensado escribir sobre los cuatro niñatos que consideraron que era buena idea liarse a huevazos (de gallina) con un par de políticos del Partido Popular. Niñatos que, seguramente, habrán sido los mismos (o sus amigos) que los que han asaltado El Corte Inglés y un McDonald's esta tarde en Barcelona. Formas muy curiosas de protestar contra la guerra. Pero a las diez de esta noche he oído un ruido -bueno, muchos ruidos- y he salido al balcón. Por supuesto, eran los programados cacerolazos en contra de la guerra. La verdad, me había olvidado por completo. Por suerte, el resto de la ciudad, no. La protesta tenía que durar un cuarto de hora, pero treinta minutos después de haber comenzado, aún se oía el ruido metálico de las ollas, además de los bocinazos de los coches, cuyos conductores se sumaron a toque de claxon al solidario escándalo. Total, que, después de todo, se me han pasado las ganas de hablar de esos cuatro críos que no representan a nadie y que se merecen un castigo ejemplar. Una semana sin postre, por ejemplo. Algo adecuado a su madurez. Ni ellos ni sus huevos (de gallina) son lo más importante de todo esto.