Jaime, 10 de mayo de 2012, 18:06:41 CEST

Crítica de cosas


Los Seventh Floor: Lingerie demostraron en su concierto de anoche que hay vida más allá de Sudden Death, ese segundo disco que parecía insuperable por el crescendo de emociones y la perfección de los arreglos. Sin duda, el trabajo que presentan en esta gira, llamado simplemente Three, no hace sombra, ni mucho menos, a su anterior entrega, pero la parte positiva es que no lo pretende. Es un disco para ser tocado en directo. No en vano muestra influencias de Keyhole y por supuesto de sus admirados Grey Underpants, creadores del llamado Sonido Toronto.

Sin embargo hay que decir que la segunda hora del concierto se hizo más larga que la primera. El personaje que interpreta Jean Turandot no acaba de hacernos creer su romance con el hipopótamo robado, a pesar de que la dirección del siempre estimulante Antonie Girodeau nos mantiene completamente pegados a la pantalla. Claro que tampoco hay alternativa, ya que los cines cada vez son más pequeños.

Fueron los platos doce y trece del menú degustación los que llamaron mi atención. "¡Sebastián! -le grité a nuestro camarero- ¡Estos nidos de papagayo en salsa de piña rota! ¡Estos nidos!" No podía pasar del sujeto y a modo de predicado le di un beso húmedo y largo, con entrechocar violento de lenguas e hilillo de saliva al separarnos. El maridaje era además excelente, sobre todo el vino que acompañó la última parte de la cena, un australiano cuyo episodio piloto prometía, pero que no acabó de despegar a lo largo de la temporada. Así pues, no tuvo nada de extraño que la Fox decidiera cancelarla. Y eso a pesar de que este escritor también es autor de una tortilla de patatas decente, porque es muy apañao.

No podemos (nosotros) dejar de mencionar que este viaje en metro está siendo algo previsible. Eso sí, la conducción se puede calificar como mínimo de notable, sin frenazos bruscos y con una buena aceleración, además de una media casi perfecta de tiempo de puertas abiertas por parada. Lástima que la colección primavera verano, con unos tonos pastel poco apropiados, no tenga unas letras tan buenas como ese Sudden Death del que ya hemos hablado y que está formado por una sugerente colección de retratos con influencias de Francis Bacon.

Así, apreciamos tonos intensos que nos recuerdan a la carne, a la sangre, a esta caja. Esta caja está muy bien. Es práctica porque se pueden guardar cosas. Además, es lo suficientemente grande como para guardar una cosa grande, dos medianas o varias pequeñas. Por ejemplo, cabría un reloj de cuco. O dos despertadores. O cuatro relojes de pulsera. La escena de cama entre el protagonista y el hipopótamo es sugerente hasta incomodar. Yo me toqué. Un poco. Me gustan mis calzoncillos de Bob Esponja. Les pongo tres estrellas y media. Sobre cinco. Hace calor. Dos estrellas. Sobre siete.


 
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