Jaime, 2 de noviembre de 2011, 19:21:56 CET

El debate


PRESENTADOR: Buenas noches a todos. El próximo 20 de noviembre los españoles elegirán mediante su voto con uve –por favor, no cometan el mismo error ortográfico que los siete millones de españoles que salieron a dar saltitos en 1989– a los diputados de los que saldrá el nuevo gobierno de España, que si todo va bien, debería sacar al país de la crisis en las siguientes tres o cuatro semanas. Cinco, como mucho y contando el previsible retraso por culpa de los festivos de diciembre. Aunque en teoría las elecciones las podría ganar cualquiera, incluida Izquierda Unida... (suelta una carcajada, palmoteándose la pierna; mientras suspira, se seca una lagrimilla con el dedo índice). Disculpen: decía que en principio es más o menos legal votar a cualquiera, pero lo más probable es que gane alguno de los dos partidos mayoritarios. Hoy tenemos aquí con nosotros a los líderes de estos dos partidos, que expondrán y discutirán sus principales propuestas en materia económica y social. A mi izquierda (guiño, guiño, codazo, guiño) se encuentra el candidato del PSOE, Angela Merkel. Buenas noches. ANGELA MERKEL: Buenas noches. P: Y a mi derecha (guiño, guiño, codazo, guiño) tenemos al candidato del Partido Popular, Angela Merkel. ANGELA MERKEL: Buenas noches. P: Si les parece bien, comencemos por las principales medidas económicas que piensan adoptar, dado que los españoles están muy preocupados por la crisis. A. M.: Nosotros desde el PP adoptaremos las medidas económicas que Alemania encuentre oportunas. A. M.: Nosotros desde el PSOE, también. El otro día recibimos un mail de Angela Merkel... A. M.: Oh, Angela Merkel: la líder que necesita Europa para salir de la crisis. A. M.: ¿Verdad que sí? Decía que recibimos un mail de Angela Merkel y allí pone bien claro lo que Alemania necesita: media docena de huevos, un cartón de leche, pan de molde, queso del bueno, manzanas... A. M.: ¡Eso no es cierto, caballero! ¡Lo que Angela Merkel necesita en realidad son peras! ¡Así jamás saldremos de la crisis! A. M.: Sí, peras... Como se nota que echamos de menos a Franco. A. M.: No, que yo soy del PSOE, si no he perdido la cuenta. A. M.: Pues a Stalin. ¡Comunista! P: De todas formas, ambos coinciden en la media docena de huevos. Porque hay candidatos que no sé qué opinan al respecto porque no están aquí y ni siquiera sé si existen. A. M.: ¡Opinarán lo que se les diga! A. M.: ¡Y si intentan opinar otra cosa, les señalaremos con el dedo y les llamaremos demagogos! P: Hablando de demagogia, ¿cómo puede afectar a España la situación de Grecia? A. M.: La situación de Grecia no tiene nada que ver con España. A. M.: Ni con el resto de Europa. A. M.: Ni siquiera tiene nada que ver con Grecia. A. M.: En todo caso, España es diferente. A. M.: Por supuesto: España tiene su Oktoberfest, sus salchichas, su sauerkraut. ¿Usted ha oído hablar de la Oktoberfest de Atenas? ¿Verdad que no? P: ¿Y qué necesita España para reducir el nivel de paro? A. M.: ¡Moverse mucho! A. M.: JAJAJAJAJAJA... P: JAJAJAJAJAJA... A. M.: Qué bueno... Como están parados... A. M.: Sí, jajaja... Ay... P: Hay gente que asegura que no hay diferencia entre sus posturas y que sólo responden al dictado de Angela Merkel. A. M.: Qué tontería. Nosotros por ejemplo llamaremos al matrimonio entre homosexuales con otro nombre, probablemente Joaquín. También tenemos previsto prohibir que la gente saque a pasear más de dos perros a la vez y sólo se podrá fumar haciendo el pino. Eso los alemanes no lo hacen. A. M.: Nosotros en cambio vamos a legalizar el toreo, pero sólo entre toros, privatizaremos la lengua española y doblaremos el número de buzones: que ningún español tenga que caminar más de un kilómetro para echar una carta. P: ¿Y qué hay de la educación pública? A. M.: Mi partido impulsará una ley que hará obligatorio el uso de expresiones como buenos días, gracias y por favor. A. M.: Nuestra apuesta es más radical. Cuarenta dólares por McGregor. K.O. antes del décimo asalto. Y además de eso cerraremos las universidades porque así podremos decir aquello de "claro que están parados, haber estudiao". A. M.: Eso no me parece mal. Si alguien quiere una carrera, que corra por su cuenta. A. M.: Y así además no estará "parado". A. M.: Jajaja, me ha encantado cómo has hecho el signo de las comillas con los dedos. Si no, no lo hubiera pillado. A. M.: Iba a guiñar el ojo, pero me parecía excesivo. A. M.: Sin duda es más lo que nos une que lo que nos separa. A. M.: Yo siempre me he sentido muy próxima a Angela Merkel, a pesar de que es una comunista. O una facha. No estoy seguro porque me he liado. A. M.: Yo también. De hecho, te considero muy atractiva. A. M.: Te estoy mirando el escote desde que ha comenzado el debate. A. M.: ¿Crees que no me he dado cuenta? A. M.: Ven aquí, jamona. (Angela Merkel y Angela Merkel se ponen en pie y se besan con las bocas muy abiertas y las lenguas muy afuera, mientras con las manos se magrean el culo y los pechos). P (Inclinándose, para salir en la imagen): Como pueden ver, las posiciones de ambos candidatos son opuestas y se han encontrado de frente, bruscamente, en un choque de lenguas. La decisión está en sus manos, a no ser que como buenos demócratas ahora mismo se estén tocando, ¡cochinillos! En todo caso, si dudan, pregúntense qué haría Angela Merkel en su lugar. Señoras, por favor, no se... Señoras, no se desnuden... No, aquí no, por favor... (Suena una música romántica: La cabalgata de las Valquirias. Fundido a negro.)


 
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