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abril |
Acerca de la insorportable situación económica de Cataluña
Vengo del médico y casi lo paso peor al salir que al entrar. Resulta que ahora en la receta ponen el precio del medicamento y al ver que tenía que pagar más de mil quinientas setenta y dos pesetas me ha dado como un ataque de ansiedad y me he puesto a gritar socorro, el mundo se acaba. En el ambulatorio. Varios sedantes después, me han podido explicar que este precio era simplemente informativo y que de momento no hay copago. Eso de copago por cierto no lo entiendo, porque yo ya copago con mis impuestos: si encima tengo que pagar más, espero que al menos me devuelvan cambio. El caso es que tengo una terrible dolencia crónica que yo me inventé y para la cual necesito un medicamento que no sirve para nada, pero cuyo efecto placebo es más que suficiente para mí. Y preferiría no seguir hablando sobre mi vida privada. Al menos gratis. El tema es que esto me hizo pensar en la sin duda complicada situación económica que atraviesa el país. Tan complicada que Artur Mas viajó a Madrid en clase turista. Renunció a los masajes y al champán francés para viajar con nosotros, los pobres. Además, el presidente de la Generalitat comió en la capital un menú de once euros. No le tuvimos que invitar a Casa Lucio ni nada parecido. Yo nunca he viajado en primera. De hecho, ya no me dejan entrar en los trenes, por culpa de una pelea con Melendi, ni en los aviones, por mi sobrepeso, pero vamos, me la imagino llena de cojines y con azafatas de estas de los años sesenta sirviendo café etíope y bombones suizos. Estoy seguro de que después de años viajando en primera a costa de los contribuyentes, tiene que ser complicado meterse en turista. Me imagino al presidente refunfuñando y pensando aquello de “si cada catalán me diera un euro, esto no me haría ninguna falta”. Es un héroe. No se puede calificar a este hombre de otra forma. Artur Mas es un héroe. Sin duda, este sacrificio será recordado por las generaciones venideras. Es más que probable que el 11 de septiembre de dentro de muchos años se le dediquen sentidos homenajes y se depositen coronas de flores a los pies de una estatua dedicada al mártir del Ave. Es que se me saltan las lágrimas sólo de pensar en su sufrimiento. Además, no sólo viajó en turista, sino que se pasó por los vagones vendiendo dvd pirata. Lo sé por una amiga que se llevó Avatar y Shrek 3 por sólo cuatro euros. Lo malo es que es el doblaje latino y suena rarísimo. Pero en fin. Sin duda, la situación es alarmante. Al parecer, el gobierno catalán lo tiene muy difícil para pagar incluso las nóminas de los funcionarios. Es decir, Cataluña podría hacer lo que comúnmente se llama un “Díaz Ferrán”. O como se decía antes, un sinpa. Todo depende de la emisión de deuda que pueda hacer el gobierno y de la gira que harán los consellers por las líneas de metro de Barcelona, una vez aprendan a tocar Bésame mucho con el acordeón. Obviamente estos problemas se acabarían si Cataluña fuera un estado independiente. Porque Mas ya no tendría que viajar tanto a Madrid y las distancias serían más manejables para el clásico y propio carro con burro. El ahorro sería más que considerable. Pero por desgracia, Cataluña no podrá ser nunca independiente. Y es que los estados sólo son cuatro: líquido, sólido, gaseoso y plasma. La física deberá hacer sorprendentes progresos antes de que se pueda hablar de un quinto estado catalán.