Jaime, 25 de enero de 2010, 18:27:52 CET

Una reclamación


A quien corresponda:

Les enviamos este mensaje en representación de un consorcio de aseguradoras de un planeta situado no muy lejos del suyo. Nosotros llamamos a nuestro planeta con la palabra que en nuestra lengua corresponde a su palabra "planeta". Es decir, el planeta Planeta, apelativo no muy distinto de su "planeta Tierra". Nos ponemos en contacto con ustedes, de momento a modo general y esperemos que más adelante directamente con alguna comisión que pueda representarles, en relación con unos hechos ocurridos en Planeta hará veinticuatro años terrestres. Tendrán que disculpar el retraso en ponernos en contacto con ustedes, pero cuando les expongamos estos hechos comprenderán que nos ha resultado complicado encontrarles. Como ustedes saben mejor que nosotros, hace ya más de cien años (también terrestres) se produjo lo que en sus libros de historia se llama "el intento de atentado Destrucción Global", en el que un grupo terrorista ocultó una potentísima bomba nuclear que sus fuerzas de seguridad lograron localizar. Dado que se trataba de un artefacto muy peligroso y muy difícil de desmantelar, se decidió cargarlo en un cohete que sería enviado al espacio. Aquí tengo que hacer una aclaración: el planeta Planeta se alegra por ustedes. Sin duda. Nosotros hemos vivido hechos similares y podemos solidarizarnos con los terrícolas y con los héroes que evitaron la masacre y tienen calles a su nombre y estatuas honrándoles por todo el planeta Tierra. Bien por ellos. Pero también tiene que comprender nuestra situación. Nosotros somos un planeta con nuestros problemas, pero relativamente pacífico, que un día vio cómo lo que parecía basura espacial, que al parecer llevaba unos cuantos decenios danzando por el espacio, entraba en órbita con nuestro planeta, atravesaba la atmósfera y caía encima. Estábamos preparados para algo similar a un meteorito pequeño. Evacuamos la zona y contábamos con dispositivos que podían hacer frente a la posible onda expansiva. Pero no sabíamos que se trataba de un arma nuclear. Por lo que hemos averiguado, ustedes calcularon en su día que esa bomba hubiera matado a decenas de millones de terrícolas, tanto por la primera explosión como por los efectos de la radiación. Y eso por no hablar de los daños ambientales. Para nosotros ha resultado ser aún más mortífera, principalmente porque soportamos peor la radiación. En el primer impacto murieron más de veintisiete millones de personas. Desde entonces y por esta radiación, han muerto doscientos cincuenta y nueve millones más. Más de setecientos millones están afectados por mutaciones de todo tipo. Ya les enviaremos el informe completo. No sólo eso, sino que los daños materiales y ambientales han sido valorados en el equivalente a todas sus reservas de oro. Insisto: no les culpamos. Ustedes hicieron lo que creyeron correcto. Nosotros hubiéramos hecho lo mismo. Pero comprenderá que no es justo que sólo nosotros carguemos con las consecuencias de sus actos cuando ni siquiera sabíamos de su existencia. Y comprenda que las aseguradoras del planeta Planeta no pueden hacerse cargo solas de todos estos daños. Imagine el desastre económico que supondría. Creemos por tanto que es justo pedirles alguna compensación, alguna ayuda que pudiera paliar al menos parcialmente la desgracia de la que no son culpables, pero sí responsables (imagino que entienden la diferencia). Obviamente, no les vamos a pedir dinero. Aunque usamos un método similar a sus monedas, sus euros y dólares o incluso sus piedras preciosas no nos sirven de nada aquí. Así que después de estudiarlo detenidamente, creemos que lo más justo sería que nos proporcionaran las siguientes dos cosas:

  1. Cincuenta millones de terrícolas sanos que puedan hacer trabajos básicos de reconstrucción. Fuerza bruta, vamos. Del transporte y de la formación nos encargaríamos nosotros, pero deberían proporcionarles alimento y oxígeno para al menos treinta años. 2. El equivalente en agua a su océano Índico. Nos estamos quedando sin agua potable y para nosotros también es muy importante. Nos la podemos llevar salada, eso sí lo sabemos tratar. Espero que entiendan que se trata de una petición más que razonable. El planeta Planeta ha quedado prácticamente devastado. Estamos empezando prácticamente de cero y apenas hemos podido organizarnos y averiguar las causas de esta catástrofe. Insisto: nadie les culpa, nadie cree que sean unos criminales. Sólo pedimos la ayuda que creemos merecer. En aproximadamente tres meses una delegación de nuestro planeta llegará al suyo para iniciar las negociaciones. Les rogamos que tengan ya preparada una comisión equivalente para poder iniciar las correspondientes conversaciones. También les remitiremos informes completos traducidos y por supuesto ponemos a su disposición la posibilidad de viajar a nuestro planeta y comprobar los daños por sí mismos.

 
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