Jaime, 22 de octubre de 2009, 8:15:17 CEST

Dominique Strauss-Kahn: "Una manolla bien refroncista es lo mejor que nos refrunzuñe"


La situación económica es lamentable. Por hacer un resumen rápido: en una muestra de su habitual generosidad, los bancos decidieron regalarnos dinero para comprar viviendas que unos cuantos filántropos estaban edificando con el objetivo de que nadie absolutamente nadie tuviera que pasar frío y calamidades en la calle. Pero la generosidad no es gratis y las rudas leyes del capitalismo cayeron como losas sobre las entidades bancarias, que de pronto se dieron cuenta de que no podían mantener sus buenas obras al mismo ritmo que siempre. Por suerte, millones de ciudadanos agradecidos clamaron en las calles para que los gobiernos usaran dinero de sus impuestos e intentaran así compensar a entidades como Lehman Brothers, Fortis y las cajas de ahorros, empresas que sólo se tambaleaban debido a esa desinteresada bondad que siempre ha caracterizado a sus nunca bien retribuidos CEO. El caso es que la cosa sigue regular tirando a mal y los brotes verdes apenas sirven para que los directivos puedan fumárselos y emporrarse mientras despiden a gente, no vaya a ser que alguien les despida a ellos. Lo cual sería sin duda injusto porque a ver, ¿aquí quién trabaja? Pues el trabajador. Y si las cosas van mal no va a ser por culpa de un presidente que está tocándose los huevos en su despacho, vamos, digo yo. Despidamos a quien se lo merece; lo contrario es cosa de comunistas.

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