Jaime, 28 de enero de 2009, 8:52:46 CET

Pues yo


A: Disculpe el retraso. Es que me he muerto por el camino. B: Menos mal, comenzaba a pensar que le había pasado algo. A: ¡Hombre! B: ¿Sí? A: Que me he muerto. B: Aham. A: ¿Y le parece poca cosa? B: Pf. Todo el mundo lo hace. A: ¿Ah, sí? ¿A cuánta gente conoce usted que se haya muerto? B: Napoleón, Gandhi, Felipe González, entre otros muchos personajes históricos españoles. A: Bueno, ya, pero yo no lo había hecho nunca. Y diría que usted tampoco. B: Pues yo una vez conocí a un señor que luego se murió. A: Oiga, que vengo del más allá, podría mostrar un poco de respeto. B: Pues yo una vez estuve en Italia y también es muy bonito. A: ¿No quiere saber cómo es la vida después de la muerte? B: Pues yo una vez leí un libro sobre el tema y era muy interesante. A mí me gusta mucho leer, tengo casi siete libros en casa y otros dos en el apartamento de Lloret. A: Sé si Dios existe o no... Se lo podría decir... Y gratis. B: Pues yo de niño iba a catequesis. A: ¡Está bien, pues no le contaré nada! B: Lo importante es que yo he ganado: cada uno de mis "pues yo" superaba sus estúpidos comentarios y dejaba en evidencia su ridículo egocentrismo. A: ¬¬ B: Oiga, a mí no me venga con emoticones, que le parto la cabeza. A: Es que no se me ocurre ningún gruñido que recoja todos los matices de ¬¬. B: A ver, pruebe con grumpf. A: Grumpf. B: A mí me ha sonado bien. A: No sé, no sé. Creo que le sobra fastidio y le falta algo de ceja alzada, no sé si me explico. B: Pruebe a decir grumpf con la ceja alzada. A: Grumpf con la ceja alzada. B: Hm. A: Exacto: hm. B: No es lo mismo, no. A: ¿Lo ve? B: Pero es que tuve una mala experiencia con un emoticono. Le presté dinero y... En fin, ya se imagina cómo sigue la historia. Estas cosas de dinero son siempre desagradables. Desde entonces jamás le presto dinero a nadie. A: Pues yo una vez le presté dinero a mi hermana. B: Ah, maldito. Me ha pillado. En mi propio juego. A: Ja, ja. La venganza es un plato que se sirve cuando hay suerte. A: Eso dicen. B: Sí que lo dicen, sí. A: A veces. B: Bueno. A: Parece que refresca. B: Sí... A: Aham... B: ¿Y qué tal es eso de estar muerto? A: Psa. B: Sí, ¿no? A: Sí, bueno. B: Tiene mucha fama, pero luego. A: Pero luego también. B: También, ¿qué? A: También tiene fama. B: Es lo que tiene la fama. A: ¿Qué tiene? B: Dos sílabas. A: Cierto. B: Bueno, ya hemos llegado a mi piso. A: Hasta luego, buenas noches. B: Buenas noches.


 
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