Sí, sí, ha dicho felación
No me gustan los conciertos: hay demasiada gente y la música suele estar demasiado alta. Tampoco me gustan las
fiestas de la Mercè, y justamente por los mismos motivos.
Pero hoy iba caminando por el Paseo de Gràcia, calle ocupada por músicos y payasos (sí, todo más o menos mezclado, no va con segundas), cuando Marta ha soltado un "¿ése de ahí no es
Nando?", señalando un escenario con sus micrófonos, sus luces y sus altavoces.
Claro, para ella resultaba fácil decir algo así: no tiene problemas de vista y le conoce de
Com Ràdio. Yo no pude contestar más que "pues será él": no llevaba las gafas puestas (sólo las uso para leer y escribir) y además sólo le había visto en foto. Pero, vaya, nos acercamos y era Nando, claro, tocando el bajo, cómo no, junto al
Sobrino del diablo.
Como no había mucha gente (lamento decir esto) y además sonaba muy bien, nos quedamos. Aunque sólo llegamos a tiempo de escuchar las dos últimas canciones. Por suerte, no nos perdimos el apoteósico temazo en el que el diablo le pide a su sobrino que le haga una felación. Y el sobrino se niega: Satán, como es bien sabido, la tiene muy grande. Demasiado.
Ah, había niños en la calle. Y padres que esta misma noche se estarán enfrentando a preguntas difíciles de responder. Genial.