octubre 2012 | ||||||
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Madre no hay más que una. Calcetines hay millones
Un hecho del que se habla poco a pesar de lo chocante que resulta: somos casi siete mil millones de personas en el planeta, pero aun así, madre no hay más que una. ¿No estaremos abusando? ¿No estará ya cansada, la pobre mujer, además de dolorida? ¡Nacen cuatro niños por segundo! ¡Aunque esté acostumbrada, tiene que ser un martirio!
Y por cierto, hablo de siete mil millones de personas a día de hoy, pero si sólo hay una madre, igual es porque sólo ha habido una DESDE SIEMPRE, con lo cual ese número sería bastante mayor.
Poco se queja, para lo que ha vivido.
Francamente, creo que debería retirarse y que ya está mayor para seguir quedándose embarazada de tanta gente. Es más, opino que sería positivo que la reemplazara más de una mujer. Quizás incluso tres o cuatro. Sería bueno repartir esta tarea, que demuestra que una vez más el machismo sigue imperando en la sociedad. Porque sólo hay una madre, pero hay cientos de millones de padres.
Cosa que, por otro lado, me parece feo por parte de mamá.
La llamo mamá en público porque todos somos medio hermanos. Y ahora llega el momento de echaros un poco de bronca. No recuerdo haberos visto en casa por Navidad. Ni por su cumpleaños. Ni por el día de la madre. Ni un solo año. No sé, entiendo que cada cual tiene su vida, pero es que estamos hablando de mamá y de Navidad. Qué menos que pasarse, aunque sea para los turrones, y darle dos besos y un abrazo y que nos presenten, que somos hermanos, pero a muchos ni os conozco.
Esa no es forma de tratar a la familia.
Es que tampoco llamáis, que su teléfono casi nunca comunica y digo yo que si sólo mil millones de los siete mil millones de hijos la llamaran una vez al mes, sería complicado encontrar el teléfono libre.
Es cierto que vuestro desafecto a mí me resulta cómodo, porque puedo ir a comer a casa de mi padre y de nuestra mamá sin necesidad de reservar mesa. Pero me entristece. Haced el favor, que una llamada o una visita un domingo no cuesta tanto. ¿Acaso no os compra los calcetines, que si no fuera por ella iríais con papel higiénico en los zapatos?
Esa es otra, se debe gastar una fortuna en calcetines. Todas las empresas de calcetines del mundo dependen de mamá. El día que falte, todas irán a la bancarrota.
De todas formas, esta situación es absurda: por ahí gente que fabrica calcetines, otra gente que se los vende a mamá y luego mamá me da a mí unos cuantos, pero también le lleva varios pares al señor que fabrica calcetines y al señor que los vende. ¿No estamos perdiendo el tiempo con este proceso?
Aunque también es verdad que a ella le hace ilusión.