agosto 2007 | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|
dom. | lun. | mar. | mié. | jue. | vie. | sáb. |
1 | 2 | 3 | 4 | |||
5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 | 11 |
12 | 13 | 14 | 15 | 16 | 17 | 18 |
19 | 20 | 21 | 22 | 23 | 24 | 25 |
26 | 27 | 28 | 29 | 30 | 31 | |
julio | septiembre |
Las mentiras de la prensa
Los periódicos mienten. Constantemente. Una frase tras otra. Parece como si los periodistas obtuvieran placer sexual engañando a los pobres y honrados ciudadanos, e incluso a los ricos y deshonestos ciudadanos, por no hablar de las ciudadanas de toda condición. El último ejemplo con el que me he topado lo encontramos en la prensa mexicana. Uno de los redactores de La Jornada escribe lo siguiente, al parecer sin remordimientos de conciencia: "Cuando Mozart escribió su Concierto para piano No. 27, con su acostumbrada pulcritud, unos meses antes de morir, jamás se imaginó la travesía que enfrentaría el manuscrito en el futuro. El preciado documento se salvó de bombas y pillajes antes de ser parte de una disputa diplomática en el siglo XXI." Esto es falso. Mentira. Es más, no es cierto. Si leemos los diarios de Mozart y buscamos entre las páginas que escribió meses antes de morir encontramos la siguiente anotación: "Estoy escribiendo, con mi acostumbrada pulcritud y unos meses antes de morir (acabo de consultar la fecha en la Wikipedia), mi Concierto para piano No. 27. En más de una ocasión he imaginado la travesía que enfrentara este manuscrito tan pulcro en el futuro. El preciado documento, imagino, se salvará de bombas y pillajes antes de ser parte de una disputa diplomática en el siglo 21. También imagino que en el siglo 22 quedará destruido en un incendio. Y que en el siglo 24 será reconstruido gracias a un invento que aún no tiene nombre". Una vez más, las mentiras de los periodistas quedan al descubierto. Y sólo es un ejemplo. Es más, el propio Mozart tropezó con otro embuste periodístico, como explica en esta anotación escrita apenas unos días más tarde que la anterior: "Estaba comiéndome uno de esos bombones con mi cara que venden a los turistas que se pasean por Austria, cuando leí en el periódico la siguiente nota: 'Cuando Bach escribía su inacabado Arte de la fuga, con su acostumbrada pulcritud, unos meses antes de morir, jamás se imaginó la travesía que enfrentaría el manuscrito en el futuro. El preciado documento se salvó de bombas y pillajes antes de ser parte de una disputa diplomática en el siglo XVIII'. Esto es mentira, como casi todo lo que llevan a cabo quienes se dedican al joven oficio de periodista. Ayer mismo estaba leyendo los diarios de Bach y di con este fragmento: 'Estoy escribiendo, con mi acostumbrada pulcritud y unos meses antes de morir (acabo de consultar la fecha en la decimotercera edición de la Enciclopedia Británica), mi Arte de la fuga. En alguna ocasión he imaginado la travesía que enfrentara este manuscrito tan pulcro en el futuro. Este preciado documento, imagino, se salvará de bombas y pillajes antes de ser parte de una disputa diplomática en el siglo 17. También imagino que un tal Glenn Gould grabará polémicas interpretaciones en el siglo 20". Ah, la historia se repite: los músicos mueren pocos meses después de componer pulcramente alguna obra y los grandes genios creadores (Mozart, Gepetto y yo mismo, por citar los tres primeros nombres que me vienen a la mente) destapamos las mentiras de la prensa internacional. Concluiría este texto entonando una emotiva y patriótica canción, pero el juez me lo tiene prohibido.