Jaime, 13 de junio de 2007, 9:10:23 CEST

Contra los rebaños


El otro día celebramos la reunión mensual de la ACA, la Asociación Contra las Asociaciones. Nos encontramos cada mes para criticar a esas personas que no saben hacer nada solas y tienen que fundar grupos y organizaciones y clubs, con la única intención de hacerle creer a todo el mundo que tienen amigos, cuando son tan tristes que necesitan alquilar un local y convencer a cuatro extraños de que comparten intereses y objetivos. Cómo los odio. Odiamos. Nosotros. Mis amigos y yo. Nuestra asociación promueve el individualismo extremo. No soportamos el gregarismo, las multitudes, los rebaños. Nos interesa la gente rebelde e independiente. Y, como bien saben los traidores, no queremos en nuestras filas a cobardes que se resignan a pensar como los demás. Todo aquel que tiene ideas conformistas y, por tanto, ajenas a las que publica nuestro grupo en su boletín, es expulsado de la asociación por disidente. Aprovechamos la reunión para repasar las actividades que llevamos a cabo el mes pasado, como la quema de sedes de varias asociaciones de estas que no nos gustan nada y las palizas que propinamos a los presidentes, secretarios y vocales de las mismas. También aprobamos las actas de la reunión anterior y nombramos un nuevo vicepresidente. Nuestra querida y respetada Ana María Serrador ha decidido dejar el cargo, ya que ha sido ascendida en su bufete y le va a tocar viajar más a menudo. Esto no deja de ser una buena noticia para ella, desde luego, pero lamentablemente no podrá dedicar tanto tiempo a la ACA. Desde aquí le mando un saludo en nombre de todos los socios. Felicidades, Ana María, te echaremos de menos. Y, en fin, me da cierto apuro decirlo, ya que todos saben de mi modestia, pero fui elegido nuevo vicepresidente. Y eso a pesar de las inquinas y maquinaciones de cierto sector minoritario que lo único que quiere es utilizar la asociación para sus intereses personales. Espero no defraudar a quienes han depositado su confianza en este humilde servidor. Gracias a todos. En la ronda de ruegos y preguntas, se debatió la propuesta de Juan Carlos Mateo, socio desde 2002, de comprar un ordenador nuevo para llevar los archivos, ya que el anterior se está quedando algo anticuado. Por cincuenta y tres votos contra veintidós, se aceptó la propuesta. Cada socio aportará una cantidad voluntaria, con la intención de evitar recurrir a los fondos propios, que cubrirán lo que falte. En caso de que sobrara (pero eso nunca pasa, como siempre dice Luis, nuestro malpensado tesorero), lo recaudado pasaría a los fondos de la asociación. Y buena falta hace que engorden si queremos seguir celebrando estas cenas. La próxima vez que no escoja el restaurante Nuria, ja, ja.


 
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