Jaime, 2 de enero de 2012, 19:40:26 CET

La venganza es un plato que se sirve gélido


A: Volvemos a encontrarnos. B: ¿Cómo? A: Que volvemos a encontrarnos. B: ¿Quién es usted? A: ¿Cómo que quién soy? ¿No se acuerda de mí? B: No. Espere que abra. Es que por la mirilla no se le ve bien. A: ¿Ahora sí? B: Tampoco. A: ¿Pero cómo puede haber olvidado lo que pasó? B: ¿Pero qué pasó? A: 17 de Octubre. 1962. Usted conducía un Seat 1500 y cambió de carril sin poner el intermitente. Tuve que dar un frenazo brusco y a mi mujer le dio UN SUSTO DE MUERTE. B: Sigo sin acordarme. A: Yo fui el que se asomó por la ventanilla del coche, puño alzado, prometiendo VENGANZA. B: Pues no caigo. A: Grité que no sabía dónde vivía, pero sí dónde NO vivía. Y que iría descartando casas hasta que solo quedara una residencia en todo el mundo donde encontrarle. B: ¿Gritó todo eso? Igual no me dio tiempo a oírle. A: Me ha costado casi cincuenta años, yendo piso por piso, cada día al salir del trabajo, pero finalmente, LE HE ENCONTRADO. B: ¿Pero tan grave fue el susto? A: Por culpa de aquel incidente, PERDIMOS A NUESTRO HIJO. Y yo a ratos HABLO EN MAYÚSCULAS. B: ¿Su mujer estaba embarazada? A: No. Nuestro hijo ya tenía siete años. Pero del susto olvidamos dónde lo habíamos guardado. B: Pues tengo que reconocer que igual sí que era yo, porque por aquella época tenía un Seat 1500. A: ¿Negro? B: Jamás me fijé en el color. No soy racista. Solo me importaba su motor. A: Er... Volviendo al tema, ¿qué tiene que decir acerca de su actitud? B: Que lo lamento mucho, caballero. A: Eso es lo que quería oír. B: Y que tendré más cuidado con los intermitentes a partir de ahora. A: Eso espero. No me gustaría oír que va asustando a más señoras. B: En realidad, no sé si volveré a conducir algún día, ya que perdí los brazos hace casi ocho años. A: Vaya... ¿En un accidente? B: No, en un autobús. Soy muy despistado. Supongo que por eso no puse los intermitentes. Aunque ahora me costaría aún más JAJAJA... Por cierto, ya que está aquí, le importaría rascarme a la altura de los riñones. A: ¿Aquí? B: Más abajo. A: ¿Aquí? B: Un poco más a la derecha. A: ¿Aquí? B: Un poquito más a la derecha. A: ¿Aquí? B: Ahora un poco más a la izquierda. A: ¿Aquí? B: Oh, sí... Oh, gracias... Oh, qué bien. Ya está, ya está. Llevaba siete años y medio con ese picor insoportable. A: Bueno, pues si no necesita nada más, yo ya voy tirando. B: ¿Tiene más venganzas pendientes? A: No, hombre, no. NO SOY UN TIPO RENCOROSO.

Chimpún


 
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