viernes, 12. junio 2009
Jaime, 12 de junio de 2009, 9:39:00 CEST

Pues a mí no me parece tanto


Ha habido mucho revuelo por el hecho de que el Real Madrid haya pagado más de noventa millones de euros por un jugador de fútbol. Al parecer, se trata de una cifra desorbitada en los tiempos de crisis que corren. Cada vez hay más gente sin trabajo y todo ese dinero se malgasta en un tipo que probablemente no tenga estudios y que lo único que sabe hacer son cosas de estas del fútbol, como regatear y pasar y meter triples y eso. Y que menuda ironía si, por ejemplo, la empresa de la que es dueño Florentino Pérez se pone a despedir a gente. Pero creo que esta argumentación es equivocada. El futbolista en cuestión podrá ser un lerdo, alguien que de no existir el deporte profesional estaría por las calles endrogado y robando a las pocas ancianitas que no se lo pudieran sacar de encima a bolsazos. Pero es una persona. Un persona humana, incluso. El Real Madrid compra un jugador de fútbol y, por tanto, compra una persona humana incluso. ¿Acaso se le puede poner precio a la vida de un incluso, que es incluso sagrada? ¿No es poco cuanto se pague, por mucho que sea? Y tanto que lo es. Y tanto. Y tonta. Se podría pagar el doble y no llegar a rozar el verdadero precio de una persona inclusa, o incluso de una persona coche. Y tente. Por tanto, tanta queja sobra. Es muy triste que cualquiera de nosotros pudiera vivir cómodamente el resto de sus vidas con una vigésima parte de esa cantidad. Pero hoygan, cualquier gasto es poco si se trata de una persona. Propongo una colecta para enviar dinero al Real Madrid y pagar así aún más por la inclusa y que no queden como unos cicateros miserables que regatean por el precio de una vida humana, porque la vida que en realidad no tiene precio, tiene… VALOR. Porque sólo un necio confunde valor con etcétera. Venga, todos a soltar pasta, malditos tacaños, no vayamos a quedar como unos nazis. Que hoy es Cristiano Ronaldo, pero mañana puede que pongan PRECIO a TU VIDA. Y no quieres eso, no quieres ser tratado como un esclavo, no quieres ver cómo regatean por tus servicios, cómo pagan una suma ridícula (¿cincuenta millones de euros?) por el incalculable valor de tu vida y luego pasas a lo mejor tres o cuatro años encadenado, esclavizado a un empresario que te paga, qué se yo, diez millones anuales de mierda por trabajar dos horas al día, algunos días a la semana. Con estas cosas no se juega. Esclavismo, pase. Pero sin perder la dignidad. Dicho lo cual, a mis lectores les interesará saber --a vosotros igual no, pero a ellos sí-- que al final conseguí que el vagón pasara por la puerta. Tuve que tirar media pared abajo y los bomberos han evacuado el edificio, pero bah, nada que no se arregle con un poco de pintura y masilla. Sigo trabajando en mi prototipo. Tengo problemas para inflar el globo bajo techo. Pero creo que estoy cerca de conseguir elevar por los aires mi primer CAVIÓN.


 
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