jueves, 23. marzo 2006
Jaime, 23 de marzo de 2006, 9:16:16 CET

Ante todo, mucha calma (reflexión en torno a la declaración de tregua por parte de Eta)


Con el tema este de la tregua de Eta, a todo el mundo le ha dado por recomendar prudencia. Y el resto del año, ¿qué recomendaban esos inconscientes? ¿Temeridad? La prudencia es una de las mayores virtudes. De no ser prudentes, nos podría pasar como a Judit Basterra, que nunca miraba a los lados antes de cruzar y jamás fue atropellada por un camión. ¡Nunca! O como al inconsciente de Ramón Siurana, que lo apostó todo al dieciséis en la ruleta y ganó. Lo volvió a apostar todo al mismo número y volvió a ganar. El mundo está lleno de alocados, de pirados que no saben tomarse las cosas con calma, de anormales que no son capaces de juzgar las cosas con un mínimo detenimiento y usar la razón para discernir, para identificar los escollos, para avanzar con paso seguro, sabiendo cuándo hay que mirar atrás, porque sí, a veces hay que mirar atrás para luego poder contemplar con aplomo el camino que queda por recorrer y avanzar con mayor seguridad, una vez identificados los errores del pasado con vistas a corregirlos, a no volverlos a cometer, y es que no sin motivo se dice que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, que por algo no hay piedras en las ciudades, sólo asfalto... Un momento... necesito... coger aire... Me ahogo... Cielos, qué frase más larga. Nota mental: usar más puntos. En. Conclusión. El. Anuncio. De. La. Ban. da. t. e. r. Nota mental: no tantos. En conclusión. El anuncio de la banda terrorista ha servido para poner las cosas en su sitio e identificar a los inconscientes y a los temerarios. La emoción del momento les ha hecho aparecer justo como lo que son: unos hipócritas que intentan maquillar su innata imprudencia. El equipo de redacción de esta página (Jaime, que os saluda desde su villa en Porto Cervo, y su ejército de chimpancés con máquinas de escribir) quiere recomendar prudencia, pero siempre. Antes y después de cualquier tregua. Hay que tomarse las cosas con calma. ¡Y hay que tomárselas ahora! ¡UN POCO DE TRANQUILIDAD, COJONES! ¡PANDA DE HISTÉRICOS! ¡REFLEXIONAD, JODER, REFLEXIONAD! ¡NO OS DEJÉIS LLEVAR POR EL GRITERÍO DE LA MULTITUD! ¡BORRACHOS, MÁS QUE BORRACHOS! ¡CONSERVAD LA SANGRE FRÍA Y LA MENTE DESPEJADA! ¡DEJAD DE CORRER COMO LOCOS DE UN LADO AL OTRO DE LA HABITACIÓN! ¡NO MEZCLÉIS, QUE LO PEOR ES MEZCLAR! ¡PISAD EL FRENO! ¡BAJAD LA MARCHA! ¡SI ES QUE VAIS COMO LOCOS! Allá os matéis... Más radares, hacen falta. Y más multas. No me cansaré de repetirlo, aunque suene impopular y, por tanto, políticamente incorrecto. Esto se soluciona con más policía en las autopistas y pena de muerte para quien rebase los límites de velocidad o no use los intermitentes, que están para algo, maldita sea. EL CLÁSICO COMENTARISTA DE BLOGS POLÍTICOS: ¿Y qué hay del botellón, eh? ¿Qué me dices del botellón? JAIME: No me hables del botellón, que me sulfuro.


 
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