miércoles, 4. mayo 2005
Jaime, 4 de mayo de 2005, 9:38:22 CEST

Prohibido tener hijos


Los alcaldes de pueblos pequeños suelen proporcionar material para la polémica y el debate. Acostumbran a ser más brutos que un columnista de derechas y además cuando hablan con un periodista actúan como si estuvieran en el casino del pueblo, con lo que las sueltan sin pensar, en lugar de hacer como el resto de políticos, que simplemente no piensan y sueltan lo que les digan, que para eso cobran. El caso de Xavier Cantalapedra, alcalde independiente de Sesrovires, ha pasado inadvertido por culpa de los sonoros rebuznos del alcalde de Pontons, pero creo necesario recordar sus palabras, que han causado no poca polémica en la comarca tarragonesa de Virgínia del Sud. Cantalapedra dijo lo siguiente en declaraciones a Cadena 9: "No pienso permitir que ninguno de los vecinos del pueblo tenga hijos. Este es un pueblo pequeño y los críos arman mucha escandalera y huelen mal. Además, no me gusta que los vecinos traigan desconocidos al pueblo. Y menos tan jóvenes". El alcalde añadió que sabe de lo que habla: "Yo tuve un hijo una vez. Menudo calvario. Lo tuve que echar de casa a perdigonadas cuando cumplió los cuarenta y dos. Suerte del trabuco del abuelo, que tanto servicio le dio durante la última guerra carlista". De todas formas, se duda del alcance de las palabras del alcalde, ya que la mujer más joven del pueblo ha cumplido los sesenta y tres, aunque sí que hay un varón de apenas 38 años. Un sueco que vive con su perro en una masía sin agua y sin luz. Asegura que la está reformando, pero la casa no parece haberse dado por aludida. Con independencia de sus edades y de su fertilidad, lo cierto es que los vecinos se encuentran divididos por las declaraciones del alcalde. Por ejemplo, Josepa Masnou, de setenta y siete años, asegura que "los chicos dan mucha vida y alegría. Especialmente, los mulatos cubanos de veintitantos. Vaya críos. Y menudo verano pasé en el 93, Mare de Déu Senyor". En cambio, su marido la miraba pensativo y moderadamente contrariado, como intentando sacar algo en claro de las palabras de su señora, en una nueva muestra del carácter reflexivo e introvertido de los catalanes. Cabe recordar que el alcalde de Sesrovires ya llamó la atención de la prensa hace tres años, al declarar que si la gente de Bailén 22 tenía problemas con el ayuntamiento barcelonés, "Sesrovires no tiene inconveniente en ceder un amplio local a los empresarios de tan útil negocio".


 
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